El individuo de 47 años, procesado durante la operación antidrogas “Diluvio” en 2014, y en abril de este año nuevamente procesado por delitos vinculados al narcotráfico, fue detenido este martes con poco más de 1 kilo de cocaína. “El Sanguijuela”, en virtud de ser insulinodependiente, logra que lo envíen a pagar las penas en su propia casa por lo cual reincide en forma permanente.

Juan Antonio Urrutia, de 47 años, debía estar cumpliendo prisión domiciliaria luego que en el mes de abril fuera atrapado con casi 8 kilos de marihuana, cuando además, en esos momentos también debía cumplir la misma medida por su participación en una banda internacional de narcotraficantes.

La tarde de este martes, una patrulla de la seccional 12ª de La Barra, lo detectó en la vía pública conduciendo un automóvil marca Chevrolet, modelo Spark, circulando por la Ruta 10 a la altura de la calle Carmen Barradas, en el corazón del balneario La Barra.

La Policía detuvo el coche e intervino a sus ocupantes. El narco, iba acompañado por su pareja, una mujer de 43 años, y un pequeño hijo de ésta última de 9 años. Mientras la pareja fue detenida y trasladada a dependencias de la comisaría de La Barra, el coche fue revisado.

Debajo del asiento del acompañante, fue encontrado un ladrillo que analizado y pesado por personal de la Brigada Departamental Antidrogas, resultó contener 1,098 gramos de cocaína. La pareja es conducida esta tarde ante la Justicia, en tanto el menor fue entregado a un mayor responsable.

Enfermo

Juan Antonio Urrutia, había sido procesado en octubre del año 2014 durante la operación “Diluvio” llevada adelante por la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas (D.G.R.T.I.D.), que logró la incautación de 268,651 kilos de cocaína.

El caso impactó en Maldonado donde hubo procedimientos ya que varios integrantes de una poderosa red de narcotraficantes eran de este departamento. Juan Antonio Urrutia, fue procesado en el Juzgado Especializado en Crimen Organizado de 2° Turno, por transporte de sustancias estupefacientes.

Sin embargo, por ser insulinodependiente y padecer aparentemente otras enfermedades, accedió fácilmente al privilegio de cumplir prisión domiciliaria, fijando residencia en el balneario Buenos Aires. En varias ocasiones le comprobaron incumplimiento de la pena.

Según pudo saber MaldonadoNoticias, meses atrás fue trasladado a Montevideo para comparecer ante el Juzgado Especializado en Crimen Organizado de 2° Turno, precisamente por incumplimiento de la pena que le aplicaron a fines del mes de octubre de 2014.

El miércoles 13 de abril de este año, personal policial de la URPM del Distrito 2 de la Policía de Maldonado, durante tareas de patrullaje preventivo, detectó la presencia de Juan Antonio Urrutia Recoba, a bordo de un automóvil Chevrolet Monza, acompañado por otro individuo.

Tras una breve persecución, el coche fue detenido en las calles Monterroso y Benavidez, entre los barrios Rivera y Abayubá de Maldonado, e identificados sus dos ocupantes. Urrutia Recoba, quiso convencer a los policías de que había salido a hacer unos mandados.

Dentro del Monza, fue encontrada una mochila conteniendo 7 ladrillos de marihuana -de acuerdo a los análisis efectuados poco después en la Brigada Departamental Antidrogas-, además de una importante suma de dinero y un teléfono celular. La droga pesó 7,862 kilos.

El jueves 14, Urrutia Recoba fue llevado ante la Jueza Penal de 4° Turno de Maldonado, quien lo volvió a procesar con prisión, por un delito de transporte de sustancias estupefacientes. Empero, y debido a sus problemas de salud, nuevamente se dispuso que cumpliera prisión en su propia casa.

Como en los casos anteriores, hizo caso omiso a la decisión judicial y volvió a sus andanzas. En la práctica, todo indica que solo está en su domicilio cuando no tiene ningún negocio para realizar; ayer, se movilizaba con casi 2 kilos de cocaína que pronto estarían en el mercado.