La Intendencia de Maldonado elevó a la Junta Departamental de Maldonado el pedido para instalar la obra de arte del empresario mexicano-estadounidense Roque De La Fuente, que ya generara una fuerte controversia en 2016. Como ahora, la iniciativa era apoyada por el intendente Enrique Antía. La decisión final será tomada por la Comisión de Nomenclatura de la Junta Departamental.
La obra titulada “La Puerta de Punta del Este”, es de Eduardo Zaldívar Torres y fue adquirida por el millonario mexicano-norteamericano Roque De La Fuente, dueño de varias propiedades en Punta del Este, incluido el restaurante giratorio La Vista del edificio El Torreón, quien ya ha pedido su instalación varias veces.
En 2016, el pedido ya había generado una gran controversia y la fuerte oposición de la población y otros actores llevó a que no fuera instalada. Ahora, desde la administración departamental se envió al Legislativo el pedido para instalar la inmensa estructura, lo que deberá definir la Comisión de Nomenclátor del cuerpo.
La noticia generó nuevamente reacciones, y una de ellas en la plataforma online de peticiones Charge.org, una de las más grandes del mundo, donde se está solicitando la firma para elevar a las autoridades la posición contraria a la instalación de la obra de arte a la altura de la Parada 1 de la rambla de Punta del Este.
En el pedido, se comienza recordando que “en el año 2016 los vecinos de Punta del Este se manifestaron en contra de la instalación de una oscura puerta de hierro en la entrada de la península”, para lo que se destruyó la “Plazoleta Carbonaro” lo que generó gran molestia y asombro en la ciudadanía del balneario.
“Las administraciones de los alcaldes Martín Laventure, Andrés Jafif y Javier Carballal, en cada ocasión, desaprobaron la instalación de esta estructura que nada tiene que ver con nuestra historia, nuestros logros comunitarios, nuestra gente, ni con nuestro sentido de identidad”, se agrega en la petición.
Se agrega que, “afortunadamente el intendente supo escuchar la voluntad de Punta del Este y resolvió dejar sin efecto la instalación de la puerta comunicando a los interesados sobre la decisión”. Luego se reconstruyó la “Plazoleta Carbonaro”, “y todos creímos que esto era un tema laudado”.
En la petición se señala que, con asombro, “nos encontramos” con otra solicitud de instalación enviada por el intendente Enrique Antía, a pocas semanas de dejar el cargo, y se denuncia que al Municipio no se le informó, y que otra vez se intentó “actuar con sigilo y silencio en contra del palpitar de la gente de Punta del Este”.
“El proyecto actual ubica a la indeseada puerta frente al edificio ‘El Torreón’ en la angosta vereda que se encuentra entre la Rambla Claudio William y el estacionamiento de la Liga de Fomento de Punta del Este. Un lugar mucho más peligroso que los propuestos con anterioridad”, se agrega.
“El interesado, en su afán por instalar la puerta, propone intervenir a su costo la vereda de unos 100 metros de largo con sendas peatonales (que no necesitamos), además, esa intervención sobre toda la vereda quiere robar la mitad del espacio del estacionamiento existente en el lugar”, se agrega.
Quienes se niegan a la instalación de la inmensa escultura, sostienen que el expediente enviado a la Junta Departamental es incompleto, y que no hace mención a la movilización que hubo en Punta del Este en el año 2016 que logró impedir la instalación de “esa mole de hierro dentro de su Municipio”.
Aseguran que el expediente solo tiene dos informes que permitieron que este llegará al Legislativo, uno de la arquitecta Soledad Laguarda y otro del profesor Jorge Céspedes, “directores funcionales a la administración actual que contradicen el sentir y la voluntad de la ciudadanía de Punta del Este”.
Aquella vez
El jueves 16 de septiembre de 2016, el Intendente Antía concurrió al Municipio de Punta del Este para abordar junto al Concejo el polémico proyecto de instalación de “La Puerta de Punta del Este”. La decisión de la comuna conocida pocos días antes había sido rechazada incluso por integrantes del Municipio de la península.
Según la resolución 05544/2016, el Intendente de Maldonado había aceptado la solicitud presentada por el millonario mexicano-norteamericano Roque De la Fuente para colocar a la entrada de la planta urbana del balneario una “obra de arte” confeccionada con hierro reciclado de barcos antiguos, piezas ferroviarias y de la represa de Salto Grande.
El lugar elegido para su emplazamiento había sido la pequeña plazoleta (de forma triangular) ubicada en la manzana 633 de Punta del Este, entre las calles La Angostura y Emilio Inzaurraga. En ese punto nace la rambla Claudio Williman y es la salida principal de la península al Oeste.
En ese lugar, funcionó hasta finales de los años ‘70 el emblemático restaurante “El Mejillón” donde su propietario, Antonio Carbonaro, “inventó” una comida rápida que trascendió fronteras y se hizo famosa: el chivito. Justamente en este espacio, se emplazaba una placa que recuerda al empresario y que fue retirada.
La resolución
La resolución 05544/2016 del 12 de agosto de aquel año, confirmaba que Enrique Antía aceptó la solicitud para colocar en ese punto de la península, la “obra de arte”, y para sorpresa de instituciones, autoridades y residentes vinculados a acciones de revalorización de puntos de interés de la ciudad, los trabajos comenzaron.
La Resolución señalaba que, “la mencionada obra tendrá una connotación social, cultural y turística favorable”, y que “la Dirección General de Planeamiento no ve inconvenientes en acceder a lo solicitado, condicionado al cumplimiento de los requisitos allí expuestos”, texto que generó casi espontáneas reacciones.
Lo primero fue una masiva recolección de firmas rechazando el emplazamiento de la obra. “Lo que había ahí era una porquería”, había dicho Enrique Antía tras reunirse con las autoridades del Municipio de Punta del Este, refiriéndose al estado en que se encontraba esa pequeña plazoleta.
Respecto a la placa que recuerda a Antonio Carbonaro, remarcó que merecía un lugar más destacado que se estaba buscando. El Intendente admitió que a algunas personas les guste y a otras no la “Puerta de Punta del Este”, pero que su instalación se enmarcaba en un proyecto más ambicioso para ese punto emblemático de la península.
“Es una obra de arte”, insistió al referirse a la polémica puerta, agregando que el proyecto original de emplazamiento de la misma, tendría algunas modificaciones, y no dudó que en el contexto del proyecto previsto “va a quedar linda en esa esquina” de Punta del Este. Pero su colocación finalmente se suspendió.