Comenzó la 4ª edición del curso “Promotoras del derecho a una vida libre de violencia basada en género”, impulsado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Mides. La propuesta, que se extenderá de julio a octubre de 2025, tiene como objetivo fortalecer las capacidades de mujeres del medio rural para identificar situaciones de violencia doméstica, ofrecer una primera escucha y orientar sobre los recursos disponibles.
El evento tuvo lugar el martes 15 de julio en el Centro de Estudios en Seguridad Social, Salud y Administración del Bps, en Montevideo, con la participación de más de 30 mujeres provenientes de Salto, Canelones, Tacuarembó, Maldonado, Lavalleja, San José, Colonia, Montevideo, Treinta y Tres, Paysandú, Florida y Soriano.
En Uruguay, según datos de la Segunda Encuesta Nacional de Prevalencia sobre Violencia Basada en Género y Generaciones, el 60,3% de las mujeres mayores de 15 años que viven en localidades de menos de 5.000 habitantes y en zonas rurales declara haber vivido situaciones de violencia basada en género en algún ámbito a lo largo de su vida.
Además, un 47% de mujeres de 15 años o más ha vivido situaciones de violencia basada en género en el ámbito de la pareja o expareja. La instancia de formación, que ya ha alcanzado alrededor de 100 mujeres en sus ediciones anteriores, se lleva adelante en coordinación con varias organizaciones.
Participa la Comisión Nacional de Fomento Rural, la Red de Grupos de Mujeres Rurales, la Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay y la Asociación Nacional de Productores de Leche, consolidando una red de apoyo territorial en la promoción de una vida libre de violencia en el ámbito rural.
Durante la actividad, la directora de Inmujeres, Mónica Xavier, destacó la importancia de la capacitación en el medio rural, un entorno que presenta particularidades como la distancia geográfica y las dificultades de acceso a determinados servicios. En ese sentido, subrayó que, “el accionar de ustedes va a ser clave”.
También enfatizó que "desde el Instituto sabemos que estar capacitadas y desplegadas en el territorio no es suficiente. Necesitamos hacer otras cosas para que las mujeres puedan tener autonomía económica, puedan desarrollarse y para que sepan que una situación de violencia no debe ser tolerada. No debe haber una segunda vez”.