El hecho ocurrió en San Carlos y terminó con el agresor penado con una serie de medidas sustitutivas a la prisión.
El jueves 18 de junio, la Policía fue informada sobre el ingreso a un centro asistencial de la ciudad de San Carlos, de un adolescente de 16 años presentando una herida provocada por un arma blanca, por lo cual inmediatamente concurrió un móvil de la URPM de la Zona Operacional 3 para interiorizarse.
El personal policial realizó las primeras averiguaciones y pudo saber que el agresor sería un hombre cercano al núcleo familiar del adolescente. Se dio intervención a la seccional 2ª y a la Fiscalía Especializada de 2° turno de San Carlos, que ordenó una serie de diligencias y tramitó la orden de detención del presunto agresor.
El martes 24 de junio durante un operativo policial implementado en rambla General Artigas y calle José Pedro Agorrody, en San Carlos, personal del PADO intervino al sujeto que quedó inmediatamente detenido y fue trasladado a dependencias policiales hasta que fue dejado en libertad pero emplazado.
El domingo 28 de septiembre se ordenó nuevamente su detención y conducción a la Fiscalía actuante donde se completaron las actuaciones para posteriormente conducir al sujeto (cuya identidad no fue aportada) al Juzgado Especializado en Violencia de Género, Doméstica y Sexual de 2° turno.
Durante la audiencia, fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de violencia doméstica agravado, en régimen de reiteración real, con un delito de lesiones graves agravadas, siendo penado con 20 meses de libertad a prueba, tiempo durante el cual deberá cumplir una serie de medidas.
Los primeros 10 meses estará bajo arresto domiciliario total con conexión a dispositivo electrónico unilateral, en tanto que los siguientes 5 meses permanecerá en la misma condición, aunque el arresto será solo nocturno. Los últimos 5 meses deberá presentarse una vez por semana ante la Policía.
Además, durante ese mismo periodo, prestará servicios comunitarios con una frecuencia de dos horas semanales, además de que tendrá totalmente prohibido comunicarse por cualquier medio con la víctima (el adolescente agredido) o acercarse a menos de 500 metros de ella.
