Tres hombres que zarparon desde el puerto de Maldonado a pescar en una embarcación semirrígida, permanecieron 30 horas flotando a la deriva en el Océano Atlántico. Un gran operativo encabezado por la Armada Nacional permitió ubicarlos sanos y salvos en la zona conocida como Bajo San Jorge. Uno de ellos contó como ocurrió el accidente y de que manera pudieron sobrevivir.

El contador Miguel Sención, junto a otros dos hombres (todos con experiencia en el mar) zarparon del puerto de Maldonado en las primeras horas de la mañana del viernes 24 de febrero, a bordo de un gomón semirrígido de 7 metros, propulsado por un motor Mercury de 110 caballos de fuerza, y otro auxiliar de 25.

Sención confirmó que tanto la embarcación como su patrón, tienen autorización para navegar hasta 15 millas de la costa, y que el gomón estaba equipado con todos los elementos de seguridad exigidos, como bengalas, equipos de comunicación, chalecos y salvavidas convencionales.

En diálogo con el periodístico Frecuencia Abierta, Miguel Sención dijo que iban detrás de unos cardúmenes de anchoas que habían detectado, y que sobre las 9.15, cuando estaban aproximadamente a unas 8 millas de la costa comenzaron los problemas con la embarcación.

Dijo que hacía unos 45 minutos que se encontraban navegando -ya en el Océano Atlántico-, cuando el motor comenzó con síntomas de que la embarcación se estaba “empopando”, y descubrieron un rumbo (una rotura por la que comenzó a ingresar agua) que provocó la rápida inundación de todo el gomón.

Con la experiencia que los tres tienen, inmediatamente pusieron proa hacia el puerto de Maldonado, pero en ese momento se produjo “un accidente insólito” cuando comenzaron a desprenderse los pontones del casco, situación que apenas les permitió tomar los salvavidas.

Miguel Sención narró que en minutos el gomón se fue a pique, aunque ellos habían logrado colocarse los chalecos guardavidas y aferrarse a distintos elementos como los pontones (que se mantuvieron a flote algunas horas), un bidón de agua y el tanque de nafta. “Nos atamos de eso”, dijo.

La salida de pesca se había transformado en una verdadera odisea porque comenzaron a pasar las horas, hicieron señales de todo tipo a embarcaciones que pasaban relativamente cerca pero nadie los vio, hasta que cayó la noche y solo quedaba la chance de esperar.

Miguel Sención reconoció que “unas condiciones excepcionales nos mantuvieron vivos”, porque la temperatura del agua era muy alta y no había viento. Se prepararon (juntos) para pasar la noche. “Sabíamos que el partido se jugaba al otro día”. Conservaron la calma y “no hicimos boludeces”, reveló.

Habían previsto retornar al puerto de Maldonado a la hora 15.00 del viernes, pero en la oscuridad del mar ya comenzaba el sábado 25. Habían visto con las últimas luces del día anterior que el operativo de búsqueda se había iniciado, aunque no se retomaría hasta que volviera a salir el sol.

Pasaron algunos cargueros que “parece que los manejaran robots, porque uno no ve a nadie”, reveló Sención. Uno de esos grandes buques pasó uno a unos 300 metros de distancia de donde se encontraban flotando pero nadie de la tripulación dio muestras de haberlos visto.

Cuando amaneció el sábado, las esperanzas de sobrevivir se redoblaron, porque habían superado la soledad y oscuridad de la noche y escuchaban el sobrevuelo de aeronaves que con el paso de las horas comenzaron a acercarse. No pudo describir la emoción cuando los ubicaron.

Dijo que la aeronave comenzó a girar sobre ellos, mientras hacían señas tipo espejo, con una lata de cerveza. Fueron 30 horas en el agua, con hipotermia, acalambrados. “Tuvimos muchísima suerte y la pericia que tuvieron todos los encargados del operativo”, “la verdad nacimos de nuevo”, reconoció.

Esos ojos

Los náufragos fueron divisados por la tripulación del avión de la Armada Nacional 872 apostado en la base aeronaval Capitán Curbelo de Laguna del Sauce. Sobre el mediodía del sábado 25, se divisaron restos de la embarcación buscada, próximo al Bajo San Jorge, y a sus 3 tripulantes flotando.

Desde allí “se vectoreó” (información precisa sobre la ubicación del objetivo) a la Fragata ROU 01 “Uruguay” que era la embarcación de superficie más cercana a la zona. Tras el acercamiento, se despachó un gomón para concretar el exitoso rescate que culminó con los náufragos en el puerto de Maldonado.

Miguel Sención dijo que fue una dramática pero gran experiencia, que no le impediría a él y sus amigos volver a salir de pesca. Reconoce que las condiciones del mar y del clima en general, el rápido aviso de la familia y el operativo de rescate, permiten que hoy pueda contar la experiencia.

(Video: Armada Nacional)

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