En los últimos años la sífilis volvió a crecer en Uruguay, afectando a jóvenes, embarazadas y también a recién nacidos. Esta infección bacteriana se transmite por contacto directo con lesiones en piel, genitales o boca, y al igual que otras ITS como VIH, hepatitis y HPV, puede prevenirse con preservativo, controles periódicos y vacunación.

 

Los datos del último Boletín Epidemiológico de Infecciones de Transmisión Sexual, confirman una tendencia preocupante. En 2024 se notificaron 7.035 casos de sífilis, lo que equivale a una tasa de 196.6 por cada 100.000 habitantes. La enfermedad afecta de manera particular a la población joven de 15 a 24 años, donde las tasas superan los 300 casos por cada 100.000 habitantes.

El impacto durante el embarazo también continúa siendo elevado. En 2024 se registraron 1.082 gestantes con pruebas positivas, y cada año alrededor de 200 recién nacidos presentan sífilis congénita. Aunque se trata de una infección curable y con tratamiento disponible en todo el país, el testeo oportuno y el diagnóstico temprano son claves para cortar la cadena de transmisión y prevenir complicaciones.

Todos los números

El Boletín Epidemiológico de Infecciones de Transmisión Sexual, señala que en relación con otras ITS, en 2024 se notificaron 842 nuevos diagnósticos de VIH. El 91.7% de las personas que viven con VIH conocen su estado, el 83% accede a tratamiento y el 77.2% mantiene carga viral indetectable.

La vía sexual es la principal forma de transmisión. Ese mismo año se reportaron 276 casos con anticuerpo positivo para hepatitis C (tasa de 7.7 por 100.000 habitantes) y 162 casos confirmados de hepatitis B (tasa de 4.5 por 100.000 habitantes), con mayor incidencia en adultos que no recibieron vacunación sistemática.

En cuanto al Virus del Papiloma Humano (HPV), continúa siendo la infección viral más frecuente y se asocia al desarrollo de cáncer de cuello uterino, anal y orofaríngeo. Desde 2024 la vacunación se amplió hasta los 45 años en personas con factores de riesgo. El Msp recuerda que existen múltiples herramientas para reducir el riesgo de infección.

El uso de preservativos y barreras de látex es simple, accesible y efectivo para prevenir la mayoría de las ITS. Los testeos periódicos, disponibles en todo el país, son fundamentales porque muchas infecciones pueden no presentar síntomas y su diagnóstico oportuno y tratamiento corta la cadena de transmisión.

Los tratamientos oportunos permiten controlar y curar varias de estas enfermedades. Existen además estrategias de profilaxis postexposición (PPE) y preexposición (PrEP) para VIH, cada vez más utilizadas y con resultados efectivos, y la vacunación contra hepatitis A, hepatitis B y HPV incorporadas al esquema nacional, previenen la adquisición de estas infecciones.

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