Una panadería del barrio Maldonado Nuevo; un adolescente que iba a estudiar desde el barrio San Antonio, y una septuagenaria que caminaba por avenida Roosevelt en el barrio Cantegril de Punta del Este, fueron las últimas víctimas de la delincuencia.

 

En horas de la mañana del viernes 26, fue cometida una rapiña en perjuicio de una panadería ubicada en calle Chaume de Tal, en el barrio Maldonado Nuevo, de la que lograron hacerse de $ 35.000, US$ 200, varias cajillas de cigarrillos y dos teléfonos celulares.

De acuerdo con lo narrado por las víctimas del atraco, en determinado momento ingresaron al comercio dos desconocidos, uno de los cuales portaba un arma de fuego con la que las amenazó al tiempo de exigirle el dinero que hubiera en caja. Tras obtener el dinero, se llevaron los otros efectos.

El jueves 25, poco antes de la hora 7.30, fue rapiñado un adolescente de 15 años cuando se desplazaba a pie a la altura de calles Alberto Caracara y Juan Spikerman, en el barrio San Antonio de Maldonado. Un solitario delincuente lo abordó y lo amenazó con un arma de fuego.

El adolescente, que se dirigía a estudiar, fue despojado de una mochila, conteniendo varios cuadernos, cédula de identidad y carné de salud, así como un perfume, $ 150 y un teléfono celular. La víctima dijo que el delincuente huyó por calles de la zona a pie.

El mismo día pero a la hora 11.30, la víctima de la delincuencia fue una señora de 71 años que se desplazaba por avenida Roosevelt entre calles Mar Chiquita y Salt Lake, zona del barrio Cantegril de Punta del Este, y fue sorpresivamente atacada por dos individuos en moto.

Según narró a la Policía, los rapiñeros a contramano subieron en moto a la vereda, tironeándole la cartera y provocándole su caída al pavimento. La señora fue despojada de documentos y varias tarjetas, una billetera con $ 2.500, dos pares de lentes y una pulsera.

A raíz de la caída sobre el pavimento de la ciclovía, la mujer sufrió un fuerte golpe en la cabeza y una lesión en su mano izquierda. Dijo que los delincuentes, tras lograr su cometido huyeron en dirección a calle Mar Chiquita, perdiéndose de vista rápidamente.

Además de estas rapiñas, en la misma zona de este último hecho ocurrieron la semana pasado varios arrebatos que no se transformaron en rapiñas porque no hubo agresiones ni amenazas, ni las víctimas cayeron al pavimento ni sufrieron lesiones como en otros casos.

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