Lo detuvo la Policía en avenida Batlle y Ordóñez, en Maldonado, en momentos que descendía de un automóvil al que ya le había arrancado un parlante. El imputado contaba con otros antecedentes por este mismo tipo de delitos.

 

En el entorno de la hora 6.00 del martes 16 de agosto, un llamado al servicio de emergencias 911 dio cuenta de la presencia de un sujeto que en ese momento se encontraba intentando abrir los coches que estaban estacionados en avenida José Batlle y Ordóñez, en Maldonado.

A la zona concurrió una dotación de la URPM de Zona 2 que sorprendió al denunciado cuando descendía de un automóvil en el que había provocado daños en la puerta del acompañante y ya había arrancado un parlante. Se trataba de Gabriel Alberto Núñez Vila, de 33 años.

El ladrón, poseedor de otros antecedentes por hechos similares, quedó a disposición de la fiscalía de 4° turno, que dispuso su comparecencia en el juzgado penal de 11° turno. Núñez Vila fue imputado por un delito de hurto especialmente agravado en grado de tentativa, y enviado 8 meses a la cárcel.

Su especialidad

Gabriel Alberto Núñez Vila, había marchado a la cárcel por última vez el lunes 21 de septiembre de 2020, imputado por la autoría nada menos que de cuatro delitos de hurto especialmente agravados, tras la investigación iniciada por el robo de un automóvil en el centro de Maldonado.

Todo comenzó la madrugada de aquel día cuando se denunció el hurto de un coche que se encontraba estacionado en calles José Pedro Varela y Rincón, el que posteriormente fue ubicado por la Policía en un pasaje del asentamiento Los Eucaliptos, al Norte de la ciudad.

Allí fue detenido este individuo que iba al volante y llevaba dos mochilas con algunas partes que ya había quitado del vehículo. A esa altura, ya era investigado como presunto responsable de otros robos del interior de vehículos. Finalmente, le terminaron probado otros tres hurtos.

Llevado ante la Justicia, Gabriel Alberto Núñez Vila fue condenado a 23 meses de prisión efectiva, como autor penalmente responsable de cuatro delitos de hurto especialmente agravados, en régimen de reiteración real, cuando hacía muy poco había terminado de cumplir otra larga condena.

Precisamente, el 15 de noviembre de 2018, este sujeto había sido enviado a la cárcel por un hecho realmente insólito que protagonizó junto a un hermanastro, porque llegaron a privar de su libertad a un sobrino para asegurarse el robo de una garrafa de supergás de 13 kilos en el barrio Cerro Pelado.

La mañana del sábado 10 de noviembre de aquel año, una sexagenaria denunció ante la Policía a un hijo y a un hijastro por el robo del artefacto, quienes, además, al ser sorprendidos por un nieto que vive en una casa en el fondo del mismo predio, lo privaron de su libertad.

La mujer narró que sobre la hora 9.00 de ese día, un nieto (adolescente) le reveló que en horas de la madrugada de esa jornada, dos tíos habían ingresado a su domicilio, siendo sorprendidos por él cuando se retiraban cargando una garrafa de supergas de 13 kilos.

Agregó que, ante la resistencia al robo, sus tíos lo ataron en una silla de pies y manos, además de cubrirle la boca. El chico fue encontrado horas más tarde cuando se despertaron otros moradores de la casa, lo desataron y tomaron conocimiento de lo que había ocurrido.

Los autores, plenamente identificados, comenzaron a ser buscados pero no se encontraron en los lugares habituales hasta cinco días después, cuando personal de la URPM de Zona 2 intervino a uno de ellos en avenida Wilson Ferreira Aldunate: a Gabriel Alberto Núñez Vila.

El sujeto fue llevado ante el juez penal de 4° turno de Maldonado que lo condenó a 12 meses de prisión efectiva y a otros 9 de libertad vigilada, imputado como autor de un delito de hurto agravado, en concurso fuera de la reiteración, con un delito de privación de libertad.

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