*) Mauro Mendiburu Benedetto

 

La semana pasada, Argentina se endeudó en el mercado internacional en casi 16.500 millones de dólares. El objetivo era doble: incrementar las reservas internacionales y pagar la deuda judicializada por parte de los Holdouts en los tribunales de USA.

Ambos objetivos fueron cumplidos: las reservas internacionales se incrementaron hasta alcanzar los Usd 35.845 millones; al mismo tiempo que se cancelaron los adeudos con los principales Holdouts. Todo ello llevó a que el juez Griesa, quien fue actor fundamental en el proceso de bloqueo financiero a Argentina, levantara las cautelares y restricciones que pesaban sobre dicho país.

Ello generó que el presidente Mauricio Macri haya manifestado que esto implicaba el comienzo de “una nueva etapa de empleo y crecimiento”, en sus propias palabras.

Todos nos preguntamos si dichas palabras reflejan un mero deseo o un mensaje firme. Pues tomando en cuenta que la política económica argentina no ha sido muy adecuada para encender los motores del crecimiento económico, al menos hasta ahora, parece ser más un deseo que una realidad.

Los primeros resultados de la fuerte política monetaria restrictiva, al estilo monetarista, y ajuste tarifario, lejos de encender la actividad económica, han generado demasiadas dudas en el mismo empresariado local, mientras que fuera de la retórica en los medios, no existen señales positivas de inversiones reales por parte del resto del mundo.

La aparición de buena parte del Gobierno argentino en el escándalo de los Panamá Papers, espanta a varios empresarios del mundo industrializado, y todo parece ser que Argentina recibirá solamente capitales especulativos de corto plazo, que nada ayudan a la reactivación económica real, a excepción del mundo financiero del microcentro porteño.

Para colmo, la política económica ha arrojado a más de 1.5 millones de habitantes por debajo de la línea de pobreza, casi todos los analistas locales consideran altamente probable que la recesión económica se extienda hasta al menos el año 2017, el número de desempleados se ha incrementado en 140.000 sólo en el sector privado, y la inflación seguramente no bajará del 30% en este año 2016.

Las altas tasas de interés reflejadas en las Lebacs, hacen inviable la inversión real, mientras reduce el tipo de cambio nominal a valores desequilibrantes, permitiendo ganancias con bicicletas financieras que poco aportan al sector real.

La evaluación de las políticas económicas de los primeros meses del macrismo, es fuertemente negativa, casi desde todos los puntos de vista. Salvo que el objetivo único de las mismas fuese el retorno al sistema financiero internacional a cualquier precio, no parecen mejorar el mercado interno o el acceso al externo, como para que este sea el comienzo de “una nueva etapa de empleo y crecimiento” en Argentina.

*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.

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