Gremiales comerciales y empresariales de todo el país, apuestan a un referéndum para intentar derogar la Ley N° 19.210 de Inclusión Financiera. Las cámaras empresariales del Este, nucleadas en CRECE, siguen impulsando un “apagón” de las operaciones con tarjetas de crédito.

En la ciudad de Treinta y Tres, tuvo lugar una reunión de la que tomaron parte centros comerciales y cámaras empresariales de gran parte del país, donde se resolvió iniciar una campaña de recolección de firmas para intentar derogar la Ley de Inclusión Financiera.

A fines de la pasada semana, representantes de distintas entidades comerciales y empresariales se reunieron con CRECE, el conglomerado regional del Este que desde hace varias semanas impulsa un apagón de las operaciones con tarjetas de crédito y débito.

Así como ocurrió en las ciudades de Minas y Maldonado, los dirigentes se reunieron con comerciantes y empresas olimareñas, para auscultar su posición respecto a los porcentajes que cobran las tarjetas de crédito y alentarlos a adherirse a un apagón de todas las operaciones.

"La primera idea era la de un apagón de tarjetas, pidiendo al usuario que no realice compras, ni otras acciones con las tarjetas, pero pensamos que no alcanzaba", dijo al matutino El País el presidente del Centro Comercial e Industrial de Treinta y Tres, Miguel Brun.

"En la recorrida, visitamos comercios de distinto tamaño y rubro, y nos han pedido que los ayudemos a cambiar esta realidad y por ello nos pusimos a trabajar para hacerlo", dijo por su parte el presidente de la CEDU (Confederación Empresarial del Uruguay), Miguel Feris.

El empresariado comienza a coincidir, que los comerciantes deben tener la libertad de elegir el tipo de cobro, y no estar sujetos a una ley que les obliga a aceptar tarjetas de crédito o débito. Entienden que el mismo derecho deben tener los usuarios al momento de realizar un gasto.

“El comerciante pequeño no soporta los altos aranceles y el tiempo de pago que lleva la devolución", indicó Feris. Los aranceles para tarjetas de débito son de 2,2% de cada venta y para pequeños comercios de 2%. Sin embargo, la protesta no la iniciaron pequeños comerciantes.

En Maldonado, la mayoría de las estaciones de servicio no aceptan tarjetas de crédito o débito durante el día, aunque si lo hacen en horario nocturno como lo establece la ley. Ninguno de los estacioneros podría calificarse como “pequeño comerciante”.

Pero hay otro tipo de empresas que dejaron de aceptar tarjetas de crédito o débito. Un caso es el de la distribuidora de supergas Megal, que en Maldonado luego de realizar una intensa campaña de promoción de sus garrafas de bajo peso y venderlas con tarjetas, ahora rechaza esa forma de pago.

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