El incremento de la violencia y el narcotráfico en Uruguay se cobra nuevas víctimas; los cirujanos pediátricos uruguayos hacen un llamado a generar políticas que frenen esta situación en el país.

 

En el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil, que se celebra este 25 de abril, la Sociedad Uruguaya de Cirugía Pediátrica (SUCIPE), sociedad científica integrante del Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ), realiza una campaña, encabezada por su presidente, el doctor Carlos Kierszenbaum.

Desde hace unos veinte años Kierszenbaum pasa sus días, junto a su equipo de cirujanos, médicos y asistentes, atendiendo casos de niños que necesitan someterse a cirugías en el hospital Pereira Rossell. Sin embargo, una nueva situación alertó a cirujanos, personal médico y de la emergencia del nosocomio.

Se trata de la cada vez más frecuente llegada de niños y menores de 15 años heridos de bala al centro de salud. Según Kierszenbaum, la situación “pasó de ser un fenómeno casi anecdótico en la vida quirúrgica de un cirujano pediátrico a ser algo frecuente”, lo que ha llevado a que, el personal que practica y colabora con cada cirugía se siga preparando y estudiando para estar listo ante la llegada de niños heridos de bala a hospitales, emergencias y mutualistas.

El trabajo académico uruguayo “Heridas por arma de fuego. Un tema emergente que el Pediatra debe conocer”, muestra que Uruguay está entre los diez países del mundo con más armas de fuego cada 100 habitantes. La investigación indica, a su vez, que en años anteriores era “infrecuente” que existieran consultas a las emergencias pediátricas por heridas de niños con arma de fuego.

Cuando se realizaban, se “vinculaba a la tenencia de armas en el hogar y a un mecanismo no intencional”. Sin embargo, datos recogidos recientemente por el departamento de Emergencia Pediátrica del hospital Pereira Rossell, registran un promedio de “una consulta cada 27 días” por menores heridos por arma de fuego, “causa importante de mortalidad”, señala la investigación.

El trabajo advierte que “los pediatras y cirujanos que asisten niños en los servicios de urgencias y quienes se desempeñen en la urgencia pre hospitalaria deben estar preparados para una asistencia oportuna y adecuada”, porque, “se trata de un fenómeno que se vive en las emergencias pediátricas, que antes era algo anecdótico…”.

“Casi sólo se veía como muestra en la bibliografía médica de nuestro país, con otra particularidad, antes la mayoría de menores heridos de bala se producían por accidentes domésticos, o de caza, con armas de fuego; hoy los heridos de bala se producen por situaciones de violencia”, indica Kierszenbaum.

La Sociedad Uruguaya de Cirugía Pediátrica (SUCIPE) sostiene que los casos han aumentado “en el hospital Pereira Rossell, pero también en el hospital Policial y también en las mutualistas, algo que da cuenta de la cantidad creciente de episodios en que un menor recibe una herida de bala”.

El doctor Carlos Kierszenbaum, indica que si bien en “oportunidades los niños son víctimas colaterales de episodios de violencia” también se han visto casos en que “muchas veces se agrede al niño para darle un mensaje a los padres; además a los casos vinculados a menores infractores”.

El presidente de la Sociedad Uruguaya de Cirugía Pediátrica (SUCIPE) sostiene que “es necesario que haya políticas que traten esta situación basadas en la educación y la disminución del número de armas de fuego en circulación”, como forma de no seguir normalizando estas dolorosas situaciones.

“Nosotros tenemos la obligación de prepararnos para las peores circunstancias. Tenemos que tener las mejores condiciones para enfrentar este tipo de situaciones. Gente entrenada, medios materiales para que en el momento que estos pacientes llegan al sistema de salud, tengan la oportunidad de salir de la situación crítica en la que se encuentran” sostuvo.

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