La mañana del martes fue encontrado el cuerpo de un hombre de 30 años, sin vida y presentando dos balazos en una casa de continuación calle Sarandí y Juana Tabarez, al Noreste del centro de San Carlos, así como el auto del dueño de casa incendiado en las afueras de la ciudad. A media tarde, fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza, el dueño del rodado, de 41 años, en unas cocheras del centro de la ciudad.

Efectivos de varias reparticiones de la Policía trabajaban intensamente desde media mañana del martes, para esclarecer el asesinato de Álvaro Fabián Galván, de 41 años, cuando en horas de la tarde se sumó el hallazgo de otro hombre muerto, en cuya casa había sido ultimado el primero.

En una propiedad de avenida Ejido y calle Carlos Cal, donde se alquilan cocheras, se ubicó el cuerpo sin vida de Oscar Jorge Rodríguez Bertolotti, alias “El Choricero”, quien presentaba un disparo en la cabeza. Este hombre, era buscado intensamente desde la jornada anterior y se temía lo peor luego de lo descubierto algunas horas antes.

“El Choricero”, que se movilizaba con muletas por una fractura en su pierna derecha, no se sabe como llegó a ese lugar ni cuando fue ultimado. En su casa de calles continuación Sarandí y Juana Tabarez, en barrio Del Virrey, había sido encontrado en horas de la mañana, el cuerpo de Álvaro Fabián Galván, de 41 años.

Este hombre presentaba dos impactos de arma de fuego y portaba un arma. Pero el caso comenzó a generar muchas interrogantes cuando horas más tarde se confirmó que un automóvil encontrado en las afueras de la ciudad, arrasado por el fuego, era del dueño de casa.

El automóvil Hyundai Accent era de Oscar Jorge Rodríguez Bertolotti, por lo cual su búsqueda tomó un giro inesperado ya que a partir de ese momento se lo buscaba probablemente sin vida, lo que se confirmó horas más tarde. Se estima casi sin margen de duda, que ambos asesinatos están vinculados.

Los dos sujetos ultimados eran poseedores de antecedentes penales por distintos delitos. En la casa donde vivía Rodríguez y en la que fue ultimado Galván, se presume que funcionaba una boca de venta de drogas por lo cual la investigación está perfilada en ese destino.

No se descarta que haya resurgido una guerra entre bandas de la ciudad de San Carlos que se disputan territorios de venta de estupefacientes. La Policía ha recogido infinidad de testimonios, analiza registros de cámaras de seguridad y trabaja en varias puntas.

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