La Intendencia de Maldonado continúa trabajando -desde hace dos años- en el monitoreo y control de esta plaga que afecta a palmeras del departamento, informó el ingeniero agrónomo del departamento de Gestión Ambiental, Manuel Noguéz. Las acciones preventivas han evitado un índice de afectación mayor, pero ya hay 350 perdidas.

En estos momentos, la presencia del devastador insecto se registra en toda la Zona Oeste del departamento de Maldonado, en tanto en los últimos días se detectó la primera palmera afectada en la ciudad de San Carlos, por lo cual, lamentablemente, se teme que haya más ejemplares afectados que no han presentado síntomas.

El ingeniero Manuel Noguéz, del departamento de Gestión Ambiental de la Intendencia de Maldonado, reiteró que se siguen desarrollando tareas preventivas como la endoterapia -tratamiento interno para proteger los ejemplares- junto a la instalación de duchas químicas y la extracción de palmeras infectadas en espacios públicos.

A la fecha se contabilizan unos 350 ejemplares afectados en territorio departamental, más del 70% ubicadas en predios privados, en tanto se han talado y retirado adecuadamente aproximadamente 50 palmeras de espacios públicos. En este momento, hay 1.500 palmeras bajo tratamiento y para octubre se prevé llegar a 2.000.

En San Carlos “la respuesta fue inmediata para eliminar el foco detectado, aunque no se descarta que existan otros ejemplares infectados sin síntomas visibles”, agregó el profesional, al tiempo de exhortar a la población de San Carlos y áreas rurales a comunicar inmediatamente ante cualquier sospecha.

Lo pueden hacer llamando al departamento de Gestión Ambiental mediante el teléfono 4222 3333 (interno 1752), ante cualquier sospecha de presencia del insecto o síntomas en las palmeras para permitir una rápida intervención y evitar la expansión del mismo hacia otros ejemplares de palmera.

Por último, Noguéz explicó que “el coleóptero responsable de la plaga deposita sus huevos en la palmera; las larvas se alimentan de su interior y destruyen el punto de crecimiento provocando un deterioro progresivo”. Los síntomas iniciales incluyen hojas centrales amarillentas y pérdida de simetría, seguidos por marchitamiento y caída de hojas, etapa en la que el daño suele ser irreversible.