Los vecinos de Punta Colorada siguen esperando respuestas a su propuesta para recuperar la zona costera, cada vez más afectada por los grandes temporales, el retiro de importantes cantidades de arena, y el tránsito por un tramo de Ruta 10 construido prácticamente encima de la cadena dunar.

 

El deterioro de las playas de la zona se ha ido acelerando en los últimos años, con una notoria pérdida de arena y la disminución de la altura y el volumen de las dunas, ya que luego de cada temporal maquinaria pesada trabaja para liberar un tramo de la Ruta 10 y se retiran grandes cantidades de arena.

Según la CFPC, este procedimiento “está expresamente contraindicado por la Dinama y los especialistas en dinámica costera a nivel nacional e internacional”; se advierte que la ocurrencia más frecuente de eventos extremos como vientos y marejadas erosionan y degradan la playa “de manera irreversible”.

Insisten que se bien de parte de distintas autoridades departamentales y nacionales ha habido disposición al diálogo, este “no se ha traducido ni en acciones concretas para atender la emergencia ambiental, ni en planes acordes a las necesidades y aspiraciones de los vecinos”.

Tras una importante reunión a fines de marzo entre distintas organizaciones, técnicos y representantes de organismos departamentales y nacionales involucrados en el tema, señalan que no están enterados de que se hayan tomado decisiones “ni hemos recibido ninguna comunicación”.

La propuesta

Los vecinos piden que se declare un área de restauración ecológica, que incluya el desvío del tránsito y la fijación de dunas, y rechazan la ampliación de la rambla por parte de la Intendencia de Maldonado, desde Punta Fría, pasando por San Francisco, y terminando en la Playa Brava de Punta Colorada.

En el mismo sentido, consideran exagerada para la zona la iluminación proyectada, en tanto una arqueóloga advirtió sobre la existencia de varios sitios arqueológicos en esa franja costera por lo que pidió se extremen las precauciones para evitar su destrucción definitiva.

Para la Comisión Fomento de Punta Colorada, el problema tiene su origen en el “desafortunado trazado de la rambla en ese tramo, extremadamente próxima al borde costero, ocasionando la ruptura del cordón de dunas y la degradación de este frágil ecosistema”.

Entienden que el agravamiento es producto además, del movimiento de material que provoca la desembocadura de la cañada existente y por el continuo retiro de grandes volúmenes de arena para permitir el paso de vehículos, y el intenso uso como área de estacionamiento y tránsito peatonal.

En ese sentido, se propone declarar la zona afectada como “área de restauración ecológica”, señalizando y cercando convenientemente la misma, de manera urgente, a efectos de impedir el tránsito de personas y vehículos evitando la agudización del problema.

Remarcan que el cierre de la rambla no afecta, en ningún caso, el acceso a las parcelas o predios del catastro existente hasta su intersección con el Camino de los Eucaliptus, prolongación del Camino Vecinal o Camino de la Gloria, que canalizaría un alto porcentaje del tránsito que se mueve desde y hacia Punta Negra.

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