Luego de varias denuncias, policías de particular los capturaron cuando iban a recibir un pedido por $ 7.000. La maniobra la realizaron tres veces.

El miércoles 6 de marzo, un hombre se presentó en la seccional policial 6ª del barrio Maldonado Nuevo para denunciar una serie de estafas cometidas en el comercio de su propiedad, ubicado en calle Alberto Caracará. Dijo que mediante un mensaje de texto por WhatsApp había recibido un pedido de mercadería por un monto de $ 3.739.

Según el comprobante que le enviaron los compradores, el dinero había sido transferido a la cuenta del comercio por lo cual se coordinó el envío del pedido que efectivamente fue recibido por dos hombres. Pero posteriormente, el comerciante constató que el dinero aún no se encontraba en su cuenta bancaria aunque decidió esperar ante un posible retraso.

Lo que ocurrió es que el lunes 4 de abril, recibió otro pedido similar por la suma de $ 7.000, y al igual que en el caso anterior coordinó la entrega del mismo; aunque a esa altura, enterada la fiscalía de 3° turno, ordenó el envío al lugar de varios efectivos policiales de particular que terminaron interviniendo a los dos responsables de las maniobras.

Los receptores del pedido eran R.G.S.B., de 22 años, y J.A.H.U., de 19, quienes fueron derivados inmediatamente a dependencias policiales para ser indagados. De la investigación surgió que los dos jóvenes no eran ajenos a otra estafa cometida en un comercio ubicado en calles Javier de Viana y Leonardo Olivera, en barrio Rivera, por $ 11.650.

Conducidos a la sede de la fiscalía actuante, posteriormente comparecieron en el juzgado penal de 4° turno, donde fueron condenados por tres delitos de estafa en régimen de reiteración real, J.A.H.U. como autor y R.G.S.B. como coautor. Ambos resultaron penados con 9 meses de libertad a prueba durante los cuales deberán cumplir una serie de medidas.

Los dos imputados tendrán que presentarse una vez por semana en la seccional policial más cercana a sus respectivos domicilios, prestar servicios comunitarios con una frecuencia de dos horas por semana, además de los dos primeros meses, cumplir arresto domiciliario nocturno, de 22.00 a 6.00 horas del día siguiente.