La Policía lo tenía en la mira hasta que logró encontrarlo “in fraganti” en avenida Florencio Alvariza de San Carlos. En el intento por huir, tiró una bolsa que tenía  más de 200 dosis de clorhidrato de cocaína y también una pequeña cantidad de marihuana.

 

En horas de la noche del sábado 21 de enero, efectivos de Investigaciones de la Zona Operacional 3 que patrullaban avenida Florencio Alvariza, en San Carlos, le dieron la voz de alto a un joven que se desplazaba en bicicleta y sobre el que recaía la sospecha que se estaba dedicando a la venta de drogas.

El joven, emprendió la huida y en el camino arrojó a la calle una pequeña bolsa de nylon, que contenía 198 “chasquis” de cocaína (con un peso de 92 gramos), otras 20 dosis de la misma droga envueltas en nylon (9 gramos), además de otro gramo de clorhidrato de cocaína y 3,6 gramos de marihuana.

Se trataba de Santiago Lemes Amaral, de 21 años, quien hace poco más de dos años ya había sido condenado por la Justicia carolina por un delito similar. Enterada la Fiscalía de 1er. turno de aquella ciudad, fue conducido ante la Justicia que lo penó con 2 años y 4 meses de cárcel.

En el juzgado penal de 1er. turno, con las pruebas presentadas y a solicitud fiscal, Santiago Lemes Amaral fue condenado como autor de un delito de suministro de estupefacientes, y penado con dos años y cuatro meses de prisión efectiva, teniendo en cuenta, además, su antecedente anterior.

Lemes Amaral, había sido condenado por un delito de tenencia de sustancias estupefacientes prohibidas el 30 de junio del año 2020, ocasión en la que le habían aplicado una pena combinada de un año de prisión efectiva y otros doce meses de libertad vigilada con una serie de condiciones.

Tres días antes, igual que en esta ocasión, efectivos de Investigaciones de Zona 3 se desplazaron hacia calle Tomás Berreta y avenida Alvariza, en el barrio Alto Sur, desde donde llegó información respecto a un joven que estaría intentando vender un televisor, presuntamente robado.

El sujeto, al ver llegar a la Policía se dio a la fuga momento en el cual, y antes de ingresar a una finca de calle Tomás Berrera, perdió una riñonera dentro de la cual había varias dosis de pasta base. Se montó guardia en la zona hasta que se logró la orden de allanamiento.

Dentro de la finca, fue detenido Santiago Lemes Amaral y otras personas. Además se incautó marihuana, dinero y distintos efectos que se presumió eran de origen ilícito y formaban parte de pagos por la compra de drogas que se comercializaban en ese lugar.

Los demás intervenidos fueron emplazados por la Justicia, aunque finalmente solo Lemes Amaral terminó siendo condenado por el delito de tenencia de sustancias estupefacientes no para consumo. Le impusieron una pena combinada de 1 años de prisión efectiva y otros 12 meses de libertad vigilada.

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