Es consecuencia de un caso denunciado en el mes de diciembre del año pasado; el responsable ya tenía algunas medidas cautelares que, ahora fueron ampliadas. En otro caso, un hombre terminó en prisión tras romper una tobillera electrónica y luego seguir molestando a su expareja que ya lo había denunciado.

 

Una larga investigación llevada adelante por la Comisaria Especializada en Violencia Doméstica y de Género (CEVDG) de la ciudad de Maldonado, a partir de una denuncia por abuso sexual recibida en diciembre del año pasado, terminó con la formalización de un joven de 23 años.

El denunciado es familiar de la víctima que es una menor. En aquel momento, la Justicia dispuso como medida cautelar la prohibición de acercamiento a menos de 500 metros de la víctima, y también el impedimento de comunicación con ella por cualquier medio, todo por el plazo de un año.

Avanzada la investigación del complejo caso, en los últimos días se libró la orden de detención de E.F.P.C., quien fue localizado y llevado ante la Fiscalía actuante que dispuso su comparecencia en el juzgado penal de 2° turno de San Carlos, donde días atrás resultó formalizado.

E.F.P.C., está imputado por la presunta comisión de reiterados delitos de abuso sexual especialmente agravados. Deberá cumplir arresto domiciliario nocturno, de 19.00 a 7.00 horas del día siguiente, y continuar con las medidas limitativas que ya le habían aplicado, por 120 días.

La rompió

El martes 26 de abril, una mujer había denunciado ante la CEVDG de la ciudad de Maldonado a su expareja, quien pocos días antes ya había sido condenada por la rotura de la tobillera electrónica que portaba, y nuevamente se estaba acercando a ella y comunicándose.

El 21 de abril, saltó un alerta por la desactivación de la tobillera electrónica que portaba este hombre de 36 años, identificado como W.D.P.M. La Policía concurrió raudamente al barrio Cerro Pelado de Maldonado, y en la casa donde se debía encontrar dijeron que no estaba.

Una recorrida por la zona, desembocó más tarde en su detención y la ubicación del dispositivo, tras lo cual se dio cuenta a Fiscalía que ordenó el traslado de W.D.P.M. al juzgado penal de 1er. turno especializado en Violencia basada en Género, Doméstica y Sexual de San Carlos.

Al día siguiente fue condenado a 10 meses de libertad a prueba, como autor de un delito de retiro o destrucción de medios o dispositivos electrónicos, y entre otras cosas, debería guardar arresto domiciliario nocturno de 22.00 a 6.00 horas del día siguiente, durante los 5 primeros meses.

Por el total de la pena, tenía que presentarse una vez por semana en la seccional policial más próxima a su domicilio, y prestar servicios comunitarios dos horas semanales durante 3 meses. Además quedó impedido de acercarse o comunicarse con la víctima, y volvió a portar tobillera electrónica.

Tras la nueva denuncia, W.D.P.M. fue ubicado y detenido hasta comparecer en el juzgado letrado de 2° turno especializado en Violencia Basada en Género, Doméstica y Sexual de San Carlos, donde fue condenado por la autoría de varios delitos y enviado a la cárcel por 4 meses.

Luego de los dos hechos anteriores, en los últimos días fue imputado como autor de reiterados delitos de desacato agravados por incumplirse medidas dispuestas judicialmente en procesos de protección ante la violencia basada en género, doméstica o sexual, dice la sentencia.

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