Un joven de 23 años fue condenado a 6 meses de libertad vigilada por los delitos de violación de domicilio y tentativa de hurto. Fue atrapado por el dueño de una finca a la que fue por segunda vez en la misma jornada a robar una serie de efectos.

 

El viernes 19 de abril en horas de la noche, efectivos del PADO intervinieron a un sujeto que poco antes había ingresado a robar por segunda vez el mismo día, en una finca de calle Gregorio Sanabria, y cayó en manos de la víctima que pacientemente lo estaba esperando.

El responsable del arresto ciudadano dijo a los efectivos que en horas de la mañana de la misma jornada había sufrido un hurto en su domicilio, y que a pesar de que había radicado la denuncia, decidió dejar todo como estaba porque presumía que el ladrón volvería.

Precisamente, tras el primer ingreso del delincuente quedó “pronto” un bolso de color negro con una serie de efectos en su interior. Fue cuando el damnificado decidió montar guardia desde la casa de un vecino, hasta que efectivamente el ladrón volvió y lo capturó.

El detenido resultó ser J.H.S.B. de 23 años, quien fue condenado a 6 meses de libertad vigilada, por los delitos de violación de domicilio agravado, y hurto en grado de tentativa. Mientras dure la pena deberá presentarse una vez por semana ante la dependencia policial más cercana a su domicilio.

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