*) Daniel Pelenur MBA

“Trabajador o trabajadora es la persona física que con la edad legal mínima presta sus servicios retribuidos subordinados a otra persona, a una empresa o institución” (Wiki)

Nuestro país se caracterizó por ser pionero en América en cuestión de defensa de los trabajadores, condiciones de trabajo, leyes que los amparen, trabajo a menores de edad, marco jurídico adecuado para que la estructura empleador-trabajador se desempeñe en un ámbito de mutuo respeto, con estrictas leyes para su cumplimiento.

El Estado garantiza a través de la Constitución todos estos aspectos, y los gobiernos serán los que deben ejecutar, reglamentar, ordenar la mejor convivencia entre empleador y empleado o trabajador.

En nuestro sistema pseudo capitalista a la uruguaya, existe este vínculo entre empresa y trabajador, y se trata de convivir de la mejor manera, a la uruguaya.

El derecho de huelga está establecido, es una herramienta y derecho que tienen todos los trabajadores. La huelga tiene que ser el último eslabón de una serie de pasos previos entre las partes a fin de poder acercar diferencias, negociar, tratar los temas en un ámbito de solucionar potenciales conflictos. No es el caso nuestro, en la mayoría de los casos se va directo a la huelga, y todos pierden, la empresa, los trabajadores y el Estado.

Pareciera que no le importa a los trabajadores y el Estado los días perdidos en la no producción, en la no continuación de una obra, en la no venta de servicios; esa es la cultura predominante actual.

Le sumamos que los trabajadores tienen el derecho a “tomar “o “ocupar “empresa o lugares de trabajo. Derecho establecido; cosa que se hace en muy pocos países en el mundo.

Esta cultura perjudicial está sostenida por los últimos gobiernos de turno, totalmente disfuncional, apartada de la normalidad, y contraproducente por donde se la mire. Es muy claro que el empleado/trabajador tiene que proteger sus derechos, y es muy claro que el empresario deba salvaguardar su empresa y sus activos, y poder generar los recursos necesarios para su supervivencia.

En muchos casos hay legitimas necesidades de ir a un dialogo a una negociación a destrabar una situación, pero en muchos otros casos, los conflictos y huelgas ya son materia pre establecida por casos o cosas que poco tienen que ver con el verdadero escenario de posible disputa entre patrón y obrero.

En el caso de la construcción, el fallecimiento de un obrero, que es algo lamentable por la pérdida de vida, automáticamente hace parar al sector por varias horas en protesta o por el hecho.

El sector lo que debe hacer es no parar y las partes involucradas estudiar cada caso y ver el porqué de esa muerte y tratar de corregir errores, si tiene que interviniere la justicia, eso se hará, y se tomaran recaudos para achicar la probabilidad de estas lamentables muertes.

Pero el sector también para (la obra particular) por el fallecimiento de un familiar. También algo muy uruguayo y no entendible en un ámbito de racionalidad y de sentido común.

La economía pierde con tantos paros, la población pierde al no tener servicios del Estado, de cierta empresa, todos pierden. Pero no hay conciencia de esto en los generadores de dichas protestas, es así y no importa las consecuencias.

Nuestra cultura desvalorizada en muchos aspectos, tiende a que la mediocridad abunde por doquier, y a desalentar a muchos emprendedores, empleadores y también trabajadores.

Minorías que viven un ideario utópico, son en general las promotoras de la mayoría de estos conflictos, estamos como “atados” a no poder tomar ninguna medida de control o de mantenimiento de las normas laborales, el estado de derecho es una ilusión o un espejismo.

Uruguay fue pionero en la defensa del trabajador a principios del siglo XX, hoy enfrentamos enormes desvíos a la normal convivencia entre las partes.

El daño a todos es enorme.

*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

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