Lo dijo el Comisionado Parlamentario para el Sistema Penitenciario, Juan Miguel Petit, quien insistió en la necesidad de establecer una amplia mesa de diálogo para buscar soluciones, al tiempo de implementar políticas que eviten mezclar en las cárceles a responsables de delitos leves con aquellos autores de otros más graves.

 

Juan Miguel Petit, dijo que más allá de la tarea que ha iniciado el nuevo director de la Unidad N° 13 del INR (Las Rosas), buscando una mejor convivencia, el alto grado de hacinamiento sigue siendo un aspecto preocupante porque desemboca en otras serie de problemas.

Entrevistado en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, el Comisionado Parlamentario dijo que en Las Rosas había “muchos sectores que estaban sin patio”, lo que quiere decir que los internos alojados allí no tenían la posibilidad de salir de sus celdas.

Señaló que ante esas situaciones, ha habido incluso informes del Poder Judicial, por lo que se ha planteado al Ministerio del Interior, la necesidad de instalar una mesa de diálogo en la que participen, jueces, fiscales, autoridades carcelarias y de la salud para analizar una serie de temas.

Hay asuntos que “nos parece deben ser tenidos muy presentes en la agenda de reformas y de cambios: la sobrepoblación, el hacinamiento, acceso al patio, mayor cobertura de salud, mayor cobertura de adicciones, y facilitar el relacionamiento y la asistencia a las familias (de los internos)”, dijo Petit.

Además se debe trabajar sobre otros temas de convivencia o alimentación. “No es solamente denunciarlas, que es una cosa que hacemos nosotros, las planteamos, y lo discutimos, pero creo que justamente conversando hay que buscar soluciones”, agregó el Comisionado Parlamentario.

Aseveró que tiene la impresión de que en la propia cárcel de Las Rosas tienen las mismas preocupaciones, por lo cual insistió en que se debe dialogar para ver que soluciones se pueden encontrar, “entre otros, con actores locales que pueden aportar recursos humanos, elementos…”

Insistió que es necesario generar actividades recreativas o deportivas, y citó el ejemplo de la práctica del rugby, pero para ello, “instituciones locales tienen que entrar a la cárcel. La cárcel no puede ser un barrio cerrado, no puede ser inaccesible” porque no todos los casos se resuelven con aislamiento.

Juan Miguel Petit admitió que si se aumenta la población carcelaria, se debe aumentar la alimentación y otros servicios, “por eso hemos presentado un plan de combate a la reincidencia y en favor de la rehabilitación que justamente lo que plantea es: sí hay que construir más plazas”.

“Es nuestra percepción y puede haber otras, y que sería interesante poder discutir, debatirlas y que exista un acuerdo, en el sentido de que la clave no está en cuanto dinero necesitamos para construir más plazas y cuantos recursos humanos, porque en realidad hoy estamos necesitando 4.500 plazas”, agregó.

Subrayó en ese mismo sentido, que se necesita de “una montaña de millones de dólares” que por otra parte, no se pueden obtener de un día para el otro, ni de un gobierno al otro. “Y si la clave no está ahí, donde está?, bueno hay países que muestran un camino alternativo”, apuntó.

Ese camino hace hincapié en las medidas alternativas para, “delitos leves que en la cárcel se van a volver delitos más violentos; tratamiento de las adiciones en la comunidad con una red de centros de atención y de atención a la salud mental; y un trabajo intensísimo después de la liberación de la persona”.

Pero además, Petit aclaró que la rehabilitación no es un proceso corto, “es un proceso de por vida donde la persona debe tener asistencia”, por lo cual destacó las acciones que en ese sentido ha comenzado a implementar el Ministerio de Desarrollo Social con los liberados.

Insistió en que los casos leves deben atenderse con medidas alternativas, tobilleras, trabajos comunitarios, atención de las adicciones, internación en clínicas terapéuticas o de salud mental, y un seguimiento “fuerte” de y con las familias, atendiendo las circunstancias que “llevaron a delinquir”.

Petit explicó que los casos de delitos leves, muchas veces están vinculadas a situaciones de exclusión y de pobreza y no a la perturbación de la conducta de la persona que los comete, por lo que es importante distinguir la diferencia entre unos casos y otros para no mezclarlos en las cárceles.

e-max.it: your social media marketing partner