Se sigue reforzando la hipótesis de que el empresario italiano no tiene dinero para iniciar las obras proyectadas en el predio del ex San Rafael, aunque por otro lado, se especula con que está pulseando al gobierno por el tema de los juegos online. En cualquier caso, ahora sin explicación alguna, pidió una nueva prórroga para la firma del convenio con el Mef y el Mintur para explotar un casino privado en Punta del Este.
Este viernes, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, fue consultado en Punta del Este respecto a la nueva prórroga solicitada por Giuseppe Cipriani para firmar con los ministerios de Economía y Finanzas (Mef) y de Turismo (Mintur), el contrato de concesión para la explotación de un casino “presencial”.
“La verdad nos tomó bastante de sorpresa, ya en diciembre se debería haber firmado el contrato. Hubo un pedido razonable porque estaba enfermo, con Covid y no podía, y ahora no hay mayores explicaciones para este nuevo pedido de prórroga”, dijo Tabaré Viera al respecto.
El titular del Mintur, agregó que con este último pedido, “fue mucho más allá de lo que finalmente el gobierno le otorgó como último plazo a la fecha del 28 de enero. Así que si allí no hay firma, seguramente caerá la concesión”, que ya se le otorgó hace bastante tiempo aunque falta la firma del contrato.
Como lo informara MaldonadoNoticias, el martes 21 de diciembre pasado se debía suscribir el contrato de concesión para la explotación del nuevo casino en Punta del Este, pero Cipriani se encontraba impedido de viajar a Uruguay: estaba padeciendo Covid-19, según acreditó ante el gobierno.
En ese momento se fijó nueva fecha para este viernes 14 de enero, pero ahora no se sabe porque, pidió una nueva prórroga. Fuentes que prefieren no revelar su identidad, sostienen que el problema es que no consiguió los inversionistas para iniciar la faraónica obra prevista.
Otros dicen que “le está tomando el pelo a todo el gobierno”, y presionando porque en realidad lo que más le interesa es la explotación de los juegos online, y que poco le importa desarrollar el proyecto ya modificado varias veces, y menos volver a construir un edificio idéntico a lo que fue el San Rafael.
