El fin de semana se viralizaron breves videos mostrando a jóvenes zambulléndose desde el muelle de La Pastora en Punta del Este, con precintos en sus extremidades. A partir de allí se generó una gran conmoción. MaldonadoNoticias visitó a la familia del principal protagonista, y pudo recoger la verdadera historia de lo ocurrido, que dista mucho de todo lo que se ha difundido.

Las redes sociales, transformadas en el mayor tribunal de justicia de estos tiempos, donde quien quiera, bajo una identidad falsa o propia, puede señalar a los demás con desparpajo y sin medir consecuencias, también han dañado a una familia humilde de un barrio de Maldonado.

Juan Pablo, de 17 años, es “el boludo”, “el inconsciente”, “el anormal” que junto a 6 amigos, se lanzaba desde lo alto del muelle de La Pastora, en la Parada 3 de la Playa Mansa de Punta del Este, con piernas, brazos o ambas cosas al mismo tiempo, “precintadas”. Es lo mínimo que se ha dicho.

Tanto el como su familia han resultado fuertemente afectadas en los últimos días, aunque también han recibido apoyo y consejos para superar el mal momento que han atravesado, al tener que enfrentar cientos de opiniones de la más diversas índole y cargadas casi de odio.

Ese chico, calificado de todas maneras, al que a través de la redes han llegado a amenazar y a desearle la muerte, está muy lejos del estereotipo que muchos se habían imaginado: practica calistenia, boxeo y futbol; para hacer más ejercicio aún, no va a la playa en ómnibus o en moto.

Se trepa a su bicicleta y recorre casi diez kilómetros para ir y una distancia igual para volver. No fuma, no toma alcohol y no conoce los anti-placeres de las drogas. Es muy serio, de aspecto respetuoso y muy sobrio al momento de hablar. Y no está feliz con todo lo que está ocurriendo.

Refugiado estos días en su hogar (tiene un hermano menor y dos hermanas mayores, muy jovencitas), tiene una madre que lejos de lo que también se ha dicho respecto a ella, es muy presente, atenta a lo que hacen sus hijos y orgullosa de ellos. Su ausencia, es para trabajar de 12 a 15 horas diarias.

El precinto

El propio Juan Pablo nos explicó la verdadera historia del precinto, porque era uno solo (no precintos), y cuando sucedió lo que este último fin de semana se viralizó y dio letra para elaborar teorías de todo tipo. Eso no ocurrió este fin de semana, ni fue advertido por los guardavidas a Prefectura.

Tampoco es cierto que Prefectura se desplazó hacia el muelle de La Pastora y Juan Pablo y sus amigos se habían ido; bueno en parte sí. Es que los saltos con precintos en las extremidades fueron realizados el 28 de enero a la tarde, y no fue algo planificado por “la barra” de amigos.

Juan Pablo narró a MaldonadoNoticias que como muchas otras veces, ese día habían ido al muelle desde donde se zambullen a menudo, como lo hace mucha más gente en forma constante (vimos videos hasta de parejas lanzadas abrazadas al agua), como lo han hecho miles a lo largo de los años.

Fue en el propio muelle que encontraron un suncho (solo uno) que ya había sido utilizado por lo cual no se trababa; porque le faltaba precisamente el pequeño “pino” que cumple esa función. Así, una y otra vez se lanzó al agua como emulando a Harry Houdini, saliendo cada vez a nado sin inconvenientes.

En cada zambullida, automáticamente el suncho se abría y el truco quedaba al descubierto. Claro que eso en los breves videos viralizados el fin de semana no se ve. MaldonadoNoticias vio esos y otros videos donde a la inversa, Juan Pablo se esfuerza para demostrar que salió del agua amarrado.

Elizabeth Lavechia, la madre de Juan Pablo, y sus hermanas, se enteraron de “la viveza” pocas horas después de aquel 28 de enero. Se enojaron, lo rezongaron y le pidieron por favor que nunca más hiciera eso; fue allí donde les confesó la verdad: la del suncho que no trababa.

Madre hay una sola

Frente a la magnitud y con ribetes de escándalo que tomó el caso el fin de semana, y las versiones que señalaban que Prefectura buscaba a los responsables de tal hecho, la propia madre de Juan Pablo, con él, se presentó en las dependencias de esta unidad en Punta del Este.

Estuvieron bastante más de una hora, porque entre otras cosas, debieron explicar lo que Prefectura no tenía claro, porque en realidad, nadie buscaba a nadie. De allí, Elizabeth y su hijo se presentaron ante la Policía donde volvieron a narrar toda la historia. Nunca hubo una citación, apenas alguna tenue advertencia.

Prefectura les recordó que desde ese muelle no se pueden realizar saltos, y les aclaró que lo ocurrido no genera ningún precedente ni antecedente; luego a Elizabeth casi como para cumplir, se le dijo que tuviera presente los deberes inherentes a la Patria Potestad.

MaldonadoNoticias supo que los padres de los otros amigos de Juan Pablo, también los reprendieron cuando vieron aquellos videos y no se calmaron hasta que supieron la verdadera historia. Y nunca esperaron que, las versiones difundidas el fin de semana llegaran a lo que llegaron.

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