El Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) intervino en 3.604 incendios entre noviembre de 2022 y marzo de 2023, lo que representa unas 12.000 hectáreas afectadas menos que en 2021. A pesar de la intensa sequía y las altas temperaturas, se valoró la gestión en el combate de los incendios y la coordinación entre distintos organismos.

 

Los datos fueron difundidos en una conferencia de prensa realizada este jueves 27, en la sede del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (Mgap), en la que estuvieron el titular de esa cartera y el de Defensa, Javier García, el director del Sinae, Sergio Rico, y el director nacional de Bomberos, Ricardo Riaño.

El ministro de Ganadería, Fernando Mattos, dijo que la temporada de verano estuvo caracterizada por una situación de emergencia climática y agropecuaria, con condiciones de riesgo de incendio, y que experiencias anteriores propiciaron la coordinación entre distintos organismos.

Recordó que lo ocurrido en Río Negro y Paysandú, a fines de 2021 y principios de 2022, fueron experiencias que sirvieron para evitar hechos similares; pero también destacó la incorporación de tecnología que fue importante para responder en forma inmediata ante el estallido de focos.

En tanto, el titular de Defensa Nacional, Javier García, expresó que unos 1.000 efectivos de las Fuerzas Armadas participaron en 41 convocatorias, a solicitud del Sinae. Asimismo, Defensa reincorporó a la Aviación Naval en el combate a los incendios luego de 19 años.

Fueron miles

Durante el verano 2022-2023, 3.604 focos afectaron unas 26.260 hectáreas, de campos, montes naturales y artificiales, complementó el director del Sinae. Sergio Rico añadió que en los dos años anteriores hubo 1.600 incendios que afectaron unas 38.000 hectáreas.

El director nacional de Bomberos, Ricardo Riaño, dijo que este verano el pico más alto de intervenciones simultáneas fue de 50 en determinados horarios, lo que generó algunas dificultades para responder en los tiempos establecidos, por lo que ante esos escenarios se analizaban las prioridades.

Dijo que además se pudieron minimizar las pérdidas materiales, a excepción de un incendio en La Floresta que arrasó un aserradero, y que tampoco hubo personas lesionadas ni pérdidas humanas, lo que muchas veces ocurre en otros países fundamentalmente en incendios forestales.

Sobre las causas de los incendios, Riaño dijo que en un 98% fueron a causa de factores humanos, aunque en menor número hubo incendios ocasionados por rayos o cortocircuitos en tendidos eléctricos, y también otros intencionales como el ocurrido en Piriápolis.

Precisamente respecto al que arrasó el cerro del Toro, el director nacional de Bomberos dijo que, “analizamos imágenes satelitales desde el comienzo del incendio, y determinamos cinco focos distantes y diferentes, y eso nos da la pauta de que hubo intencionalidad y que no fue un factor accidental lo que ocurrió”.

En cuanto a los recursos materiales, admitió que hubo problemas, por ejemplo en unidades de la flota pesada que tienen más de 30 años de servicio (un 60% de la flota tiene esa antigüedad), aunque destacó la reciente incorporación de nuevas camionetas polivalentes de respuesta rápida.

También anunció la llegada en el transcurso de este año, de 5 vehículos forestales y otros 5 urbano-forestales lo que “va a aumentar la flota pesada nuestra” y permitirá cambiar muchas de las unidades que han cumplido su vida útil, además de seguir ampliando paulatinamente la plantilla de efectivos.

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