La Justicia envió a prisión a un peligroso delincuente que había robado dos armas de una finca de la ciudad de San Carlos. El sujeto, cuenta con varios antecedentes penales, entre ellos, tres rapiñas cometidas en solamente una semana, en octubre del año 2009.

El procesado es Nicolás Wilfredo Ortega Mendoza, quien fue imputando por la presunta comisión de un delito de hurto agravado por la penetración domiciliaria, tras ser detenido el viernes de la pasada semana por personal de Investigaciones del Distrito 3.

Ese día poco antes de la hora 11.00, un hombre radicó denuncia por el robo del interior de su domicilio, de un revolver y una pistola. El autor del hurto había ingresado a la propiedad mediante la rotura de un candado. El trabajo de los investigadores condujo directamente a Ortega Mendoza.

Buscado intensamente en toda la ciudad de San Carlos, fue encontrado en una cancha de fútbol ubicada sobre avenida Rocha y la vía. Al percatarse de la presencia policial, intentó escapar y arrojó al agua de una cañada una serie de objetos que escondía debajo de sus ropas.

Al tiempo que el sujeto pudo ser detenido, se recuperó una pistola que resultó ser la denunciada como robada, así como una caja con balas y una canana de revólver. El dueño del arma la reconoció y presentó ante la Policía toda la documentación que acreditó la legalidad de la misma.

Ortega Mendoza fue interrogado y puesto a disposición de la Justicia que, nuevamente lo envió a la cárcel como se indica líneas arriba. La Policía no informó si obtuvo datos del revólver que había hurtado junto a la pistola, ya que no pudo ser recuperado durante el procedimiento.

Rapiñas

Nicolás Wilfredo Ortega Mendoza, estuvo en prisión varios años luego de haber sido atrapado por la Policía el domingo 18 de octubre de 2009. En cuestión de una semana, le había robado la moto y todas sus pertenencias a un menor, rapiñó y lastimó a otro hombre, e ingresó a otra finca y bajo amenazas perpetró otro robo.

Hacía apenas tres meses que había salido de la cárcel, cuando el 12 de octubre abordó a un menor en el centro de San Carlos, y le pidió que lo llevara hasta las afueras de la ciudad en dirección a la Ruta 9; al llegar al lugar, se bajó y lo amenazó con un arma que presuntamente tenía entre sus ropas.

Terminó llevándole la moto y todas sus pertenencias, al extremo de dejarlo solamente en calzoncillos a varios kilómetros de su casa. Dos días más tarde, ingresó a otra finca donde se trabó en lucha con el dueño de casa, al que alcanzó a provocarle varios cortes en el rostro.

Le robó solamente un teléfono celular, ya que ante la resistencia del hombre optó por dejar otra serie de efectos. Dos días después, Nicolás Wilfredo irrumpió en otra finca, donde bajo amenazas con un arma blanca, se llevó una campera, un teléfono celular y la billetera del dueño de casa.

Plenamente identificado, ese mismo día efectivos de la entonces Brigada de Hurtos y Rapiñas de la seccional 2ª, lograron detenerlo para ponerlo a disposición judicial. La Jueza Penal de aquel momento, doctora María Elena Maynard, lo procesó con prisión por 3 delitos de rapiña especialmente agravadas.

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