Mauro-Mendiburu-3En artículos de inicio de año, habíamos manifestado que para fin de 2014 el dólar en nuestro país se ubicaría en el entorno de $ 24-24,50. También decíamos que en Argentina el peso argentino oficial se encontraría en el entorno de $ 9-9.50. 

Al cierre del viernes, el peso uruguayo cotizaba en $ 24,10, y el peso argentino en $ 8,40. Con estos datos, si mantuviésemos los cálculos de inicio de año, es poco el margen de crecimiento del dólar a nivel local, y bastante amplio el del peso argentino para el resto de 2014.

Todo esto alimentado con las distorsiones del mercado provocadas por el efecto Buitre en Argentina.

En nuestro país, el dólar ha subido por fuerza de la liquidez de pesos en el mercado, que se ha traducido en la baja de tasas de interés en el mercado mayorista y en las emisiones de títulos del propio Banco Central del Uruguay.

Entendemos que queda poco espacio para mayores reducciones de tasas, y por consiguiente el dólar en nuestro país se frenará más pronto que tarde. Es de esperar que si superase el rango anteriormente expresado, lo haga por el corto plazo.

La situación de Argentina es diferente, sí queda espacio para el crecimiento del dólar en aquél país, y muy probablemente aumente su valor en las próximas semanas. Si el Banco Central de Argentina mantiene el control sobre la tendencia del mercado, ello se hará en forma ordenada; de lo contrario es de esperar movimientos más bruscos en el tipo de cambio argentino.

Ello implica que para los operadores turísticos hacia el cliente argentino, éste es el momento para hacer negocios. Para agregar, en Argentina el diferencial entre el mercado paralelo y el oficial, más la tasa de recargo por tarjeta de crédito, hace que las ventas de turismo para 2015 se hayan acelerado en el vecino país más de un 30% en las últimas semanas.

El mercado de cambios argentino se estabilizará en las próximas semanas, si prima la política monetaria del presidente del Banco Central Argentino, como ocurrió en febrero pasado, sobre otras sugeridas por equipo económico argentino.

Si ello ocurre, y nos despertamos a tiempo (en medio de una mediocre y somnolienta campaña electoral, llena de decepcionantes anuncios económicos por parte de los candidatos -y sus equipos económicos- con mayores posibilidades), podríamos llegar a una aceptable temporada 2014-2015, recuperando algo del terreno perdido con nuestros clientes de la vecina orilla.

De todas maneras, hay que comprender que debemos tentar a un cliente argentino, que está viviendo el ajuste económico que ya predecíamos en artículos anteriores, y esperemos no enfrente vaivenes cambiarios adicionales.

*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es Sub Director Gral. de Hacienda de la Intendencia Departamental de Maldonado. Es asesor de inversiones financieras.

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