*) Ec. Pablo Broder

Hace pocas semanas, se señalaba en estas columnas, el agobiante entorno que les toca transitar a los argentinos, caracterizado entre otras tribulaciones, por la imparable inflación, escasa seguridad jurídica, deterioro educativo, niveles de pobreza e indigencia galopantes, estado de inseguridad y preanarquía, y la utilización del aparato estatal como agencia de colocaciones partidarias, entre otros, y fundamentalmente la carencia de un horizonte esperanzador.

Los sucesos producidos en las últimas semanas:

  •  tres renuncias ministeriales concretadas en apenas 72 horas
  •  la represión policial en el estadio de futbol de La Plata
  •  intento de desalojo de los predios ocupados por seudomapuches en Villa Mascardi, a todas luces tardío, incompleto e ineficaz (los líderes de las tomas escaparon sin mayores inconvenientes), tal que generó las condiciones para la reedición de las usurpaciones a poco andar
  • increíbles tomas de colegios o los crecientes actos de prepotencia y violencia sindicales y de grupos sociales…

… constituyen una parcial pero elocuente muestra del estado de indefensión en que se encuentra la mayoría de los argentinos.

Este escenario agravado por la amenaza de una recesión global con impacto en el país y la sequía en la región pampeana, ofrecen un panorama muy preocupante para el delicado estado de las finanzas públicas en vistas al futuro casi inmediato.

En tanto, voces de la coalición oficialista en el poder, comienzan a reclamar nuevamente los inútiles controles de precios, una aún mayor intervención del Estado en la economía, así como el cambio de las reglas de juego electorales, sea la suspensión de las PASO o el adelantamiento del calendario electoral ante el crítico escenario y su aún más pesimista proyección futura.

La reciente Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública que elabora la Universidad de San Andrés, mientras tanto, exhibe que solo 10% de los encuestados está satisfecho con la situación general, mientras que el restante 89% se encuentra insatisfecho a la vez que el 83% considera que el país “empeoró” en comparación con un año atrás y un 54% piensa que estará aún peor a la misma altura de 2023.

A su vez, en consonancia con este angustioso relevamiento, según los últimos datos del Indec para el primer semestre del año, un 36,5% de la población se encuentra en situación de pobreza, y un 8,8% de indigencia (La Nación  9-10-22).

El lamentable cuadro ilustra, una vez más, la actual falta de capacidad estatal para imponer desde normas de convivencia hasta políticas económicas duraderas, por lo cual resultan inviables la inversión y el crecimiento económico, y por ende, la generación de empleo.

La población, en tanto, no solo padece las dificultades de un presente, lejos de ser venturoso, sino la carencia de un futuro más esperanzador, tal como lo muestran los datos de las encuestas.

En consecuencia, y en el camino de edificar un mañana más promisorio, se torna imprescindible generar consensos básicos sobre cuestiones estructurales.

Y es en este contexto que el título de las presentes líneas: “El que, el cómo y el quien”, viene a mérito de  un anticipo del libro del Presidente Mauricio Macri, titulado “Para que”, en especial atento a los ajetreos y personalismos que están impregnando en la actualidad, el accionar de la principal coalición opositora.

La sociedad exige que en primer lugar se explicite QUE se propone para efectivizar el cambio declamado, donde no podrán estar ausentes las propuestas de las imprescindibles reformas laboral, previsional, fiscal, del Estado, y la profesión de fe irrestricta en el respeto a la ley y al Estado de derecho, entre otras.

Exponer COMO se intentará lograrlo, que no podrá obviar la búsqueda de un consenso importante, por parte de la sociedad, en pro de su futuro, admitiendo procesos no exento de sinsabores.

Y recién finalmente recalar en QUIEN lo conducirá. Comprometido con el QUE y el COMO.

Hasta el presente, aun se observa que ese esperado orden, aún  está subvertido, privilegiando el posicionamiento personal. Lamentablemente.

 

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

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