*) Ec. Pablo Broder

Todo igual pero un poco peor.

Crecen la inflación, los precios, la pobreza.

Brecha cambiaria inconmovible.

Grieta política creciente, insostenible.

Un gobierno carente de fondos, con una emisión sin respaldo rozando la impudicia, haciendo gala de un dispendio de fondos públicos mayúsculo, no solo por un estado elefantiásico poblado de inimaginables ministerios, cuya actividad (¿o inactividad?) dista de ser visible, sino por nuevas e increíbles campañas publicitarias ¡contra el desánimo! de nula veracidad, en un inútil intento de mejorar el humor social.

Humor o malhumor manifestado por un reciente acto, de inexistente justificación, protagonizado por el Presidente, exhibiendo a plena luz del día la grieta definitiva dentro del frente gobernante, patentizada por la ausencia, no solo de ministros y miembros de su propia corte, sino del gobernador y el intendente del ámbito anfitrión.

Al Presidente, es notorio, lo hostigan mucho más sus propios que la oposición, que por ahora sólo exhibe reacomodamientos para posicionarse en candidaturas, por parte de los distintos sectores y actores.

Y todo este lamentable contexto, se encuentra alejado de un abordaje a los reales problemas de la gente, mientras el país vegeta.

A pesar de los precios récord de los granos y de las necesidades mundiales crecientes de energía, convencional y no convencional, producto de la guerra, áreas donde el país es un importante actor, concreto en la producción mundial de granos, como con un potencial inimaginable en litio y petróleo y gas, no obstante lo cual, y por falta de adecuadas políticas y de inversiones, se deberá importar aquello  mismo que está durmiendo en el subsuelo por esas carencias, sean de acciones o incentivos imprescindibles.

Mientras tanto, en los últimos días se han perpetrado algunos episodios, consonantes con el clima de disolución, que justifican la reiterada expresión de hartazgo y desaliento de la mayoría de la población, asfixiada por el creciente agobio económico e institucional.

  • En la provincia de Entre Ríos despiden a una fiscal que se atrevió a denunciar por corrupción a un exgobernador, premiado por la actual gestión con el rango de embajador.
  • En el ámbito nacional, la justicia resolvió cerrar la causa del Olivosgate, a cambio de cuarenta monedas, dejando al descubierto, más allá de la posible juridicidad del fallo, una desalentadora sensación de impunidad moral, por el gravísimo hecho del festejo en la residencia oficial del Presidente, con su propia participación, en medio del encierro histórico de la mayoría de la población.
  • Y en materia de insensateces apareció en un increíble acto público, la presentación por parte del Presidente de los ¡nuevos billetes! anunciados estridentemente por el reemplazo de los actuales animalitos (dichos presidenciales) por próceres, pero sin elevar la denominación máxima de mil pesos (equivalente a apenas 4,9 dólares blue), persistiendo en el arcaico intento, inútil y absurdo por su parte, de querer ocultar la ya crónica inflación, al impedir la impresión de papel moneda de mayores valores.

Cabe agregar que por esta falta de actualización nominal de los billetes, los cajeros automáticos rápidamente colapsan y se saturan, a la vez que se generan a bancos y a empresas inútiles costos en materia de transporte de caudales, todo en medio de la teatralizada “guerra contra la inflación” lanzada en marzo último, que está mostrando su fracaso con los índices entre 6/7% mensual, y cuyo colofón más reciente consistió en la renuncia del último secretario de Comercio, exhibiendo su impotencia, a la par que genera obligadamente la reflexión sobre la utilidad (o inutilidad) de la mismísima dependencia que dirigía.

Cabe la reflexión final: los países que atravesaron situaciones similares a la descripta, emergieron exclusivamente con acuerdos políticos, planes económicos consistentes y creíbles y reglas claras para atraer la imprescindible inversión privada, venga de donde viniere. Cuán lejos está el país de ese escenario.

Cabe el desaliento de los argentinos

 

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

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