Fue uno de los ejes de la reunión celebrada este martes 23 de mayo en Maldonado, tras el impacto generado por un gigantesco robo frustrado por la Policía en el edificio Sea & Forest de Punta del Este, donde una banda local de delincuentes estuvo a punto de vaciar una veintena de apartamentos.

 

La reunión, fue impulsada por la Cámara Inmobiliaria Punta del Este-Maldonado, tras el intento de robo simultáneo de una veintena de apartamentos de la torre Sea & Forest de Punta del Este, hecho por el cual hay dos hombres formalizados aunque la investigación sigue abierta porque hay más involucrados.

Además de autoridades de la Cámara Inmobiliaria, estuvieron presentes administradores y representantes de distintos edificios, así como el Jefe de Policía de Maldonado, Julio Pioli, junto a otras autoridades del comando, y el asesor del Ministerio del Interior, Andrés Capretti.

Tras la reunión, el jefe de Policía, aclaró que sin afán de marcarle pautas a las administradoras de edificios y a quienes tienen experiencia en esas actividades, “se han notado algunas debilidades en cuanto a la seguridad física”, por ejemplo en torres o complejos edilicios de grandes dimensiones.

En ese sentido, remarcó que hay estructuras muy grandes que en invierno tienen muchas unidades desocupadas “y eso favorece diversas actividades como este tipo de ilícitos”, porque tienen escasa iluminación, carecen de sistemas electrónicos de vigilancia o no tienen personal que realice recorridas.

También mencionó que muchas veces las aberturas no están correctamente cerradas, todo lo que sumado hace el campo más fértil para la comisión de ilícitos que, aclaró Julio Pioli, como el ocurrido en la torre Sea & Forest, no es común que se produzcan, porque “fue un hecho puntual”.

Diferencias

A todo esto, hay posiciones encontradas respecto a las decisiones que pueden tomar las administraciones, en acuerdo con las asambleas de propietarios, y a los derechos que tienen los propietarios de alquilar o prestar por su cuenta, como ocurrió en el caso de Sea & Forest.

Incluso, algunos inmobiliarios admiten que este tipo de situaciones también se pueden registrar con alquileres que realizan empresas del sector y no solamente en los edificios, y ponen en duda la legalidad de prohibir los alquileres de apartamentos ya sean directos o a través de aplicaciones.

Se entiende que, con el mismo criterio, ningún propietario podría prestarle por algunos días su apartamento a familiares o amigos, y que en realidad entre las soluciones está el incremento de las medidas de control, vigilancia y seguridad, y no por prohibiciones que pueden generar reclamos.

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