A raíz de la emergencia sanitaria por el Covid-19, el pago del servicio eléctrico se vio afectado en un 4% del total de clientes de Ute, por lo cual, el organismo dispuso un esquema de financiación a clientes residenciales y no aplicará multas, recargos ni intereses a unos 67.000 usuarios con voluntad de pago, que mantienen pendientes hasta 12 facturas.

 

La resolución, aprobada por el directorio de UTE el jueves 30 de junio, establece que no se van a aplicar multas, recargos ni intereses, y que habrá financiaciones por hasta 48 cuotas para permitir que 67.000 familias se reintegren al circuito habitual de pagos.

La presidenta del organismo, Silvia Emaldi, reveló que, en el caso de los 20.000 beneficiarios del bono social de energía eléctrica que se encuentran con dificultad de pago, la financiación llegará hasta las 60 cuotas. Además, no se aplicarán multas, recargos ni intereses.

Asimismo, se exonerará algunos conceptos, como tasas de conexión y de alumbrado público, a fin de que los pagos mensuales no superen los $ 300. El resto de los clientes, unos 47.000, podrán abonar en hasta 48 cuotas, pero no son todos los beneficios.

Aquellos con facturas no abonadas anteriores al 1° de agosto de 2021 dispondrán de un año para demostrar un buen comportamiento de pago y dejar, de esa manera, la deuda en suspenso. Si en agosto de 2023 carecen de facturas impagas, se les exonerará la deuda; de lo contrario, esta se reactivará.

“A partir de octubre, y de forma automática, a los clientes les llegarán las cuotas correspondientes, por lo que no será necesario que deban realizar ningún trámite especial”, señaló Emaldi, añadiendo que en el mes en curso les llegará a los usuarios la información pertinente y el valor de la cuota que abonarán desde octubre, además de sus consumos habituales.

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