El miércoles 22 de febrero de 2017 la noticia comenzó a correr como reguero de pólvora a partir de un adelanto de MaldonadoNoticias: en las vidrieras de la mayoría de los locales de Cambio Nelson lucían anuncios que decían: “Cerrado por reorganización empresarial hasta después de carnaval”. Fue el comienzo de la caída de lo que muchos se han atrevido a llamar el imperio Sanabria.

Aquel 22 de febrero de 2017, los locales de Cambio Nelson -al menos del departamento de Maldonado-, estaban cerrados luciendo sorpresivos anuncios en sus puertas que informaban sobre el cierre por reorganización empresarial hasta después de carnaval.

No figuraba ninguna fecha concreta para la apertura lo que comenzó a despertar algunas sospechas. La empresa contaba con un total de 11 sucursales en distintos departamentos del país, en ninguna de las cuales hubo respuestas ante los llamados telefónicos de MaldonadoNoticias.

Solamente en la sucursal de Chuy (departamento de Rocha) atendieron, pero aclarando que solamente estaban cobrando facturas de distintos servicios, sin aportar otros detalles. Cambio Nelson tenía sucursales en las terminales de ómnibus de Punta del Este y Maldonado.

También en la capital departamental en el supermercado Ta-Ta, y en la avenida Joaquín de Viana; las restantes sucursales se ubicaban en San Carlos, Montevideo; Fray Bentos (departamento de Río Negro), Nueva Palmira (departamento de Colonia) y en la ciudad de Rocha.

Camvirey S.A., operaba con importantes empresas del medio y otras de menor porte, muchas de las cuales incluso abonaban los sueldos de sus empleados a través de Cambio Nelson. MaldonadoNoticias pudo saber que distintos clientes habían comenzado a realizar consultas.

Lo que generaba más incertidumbre era que el cierre -en principio hasta después de carnaval-, no había sido informado ni siquiera a los principales clientes, los que en muchos casos se encontraron con la sorpresa de que los locales estaban cerrados y nadie respondía a los teléfonos.

Los funcionarios, se encontraban en todos los casos gozando de su licencia anual reglamentaria, y en principio estarían retornando a sus labores habituales el 1° de marzo, en tanto se realizaban negociaciones a distinto nivel para destrabar la situación con RedPagos.

Con el paso de las horas, se supo que Cambio Nelson le debía a los propietarios de la franquicia una importante suma de dinero, que determinó el bloqueo de todas las operaciones de cobro de distintos servicios públicos y privados desde hacía al menos una semana.

Sorpresa

Al día siguiente, el Banco Central del Uruguay (BCU), calificaba el sorpresivo cierre de Cambio Nelson en Maldonado y otros departamentos, como “trascendidos de prensa”, aunque los rumores sobre el peor desenlace ya habían ganado la calle en los más diversos ámbitos.

El BCU emitió un comunicado recordando que, “las casas de cambio no tienen permitida la captación de depósitos, la intermediación en valores ni el otorgamiento de préstamos”, según lo establece el Artículo 103 de la Recopilación de Normas de Regulación y Control del Sistema Financiero.

En el escueto comunicado, el Banco Central tampoco daba cuenta de haber sido informado sobre la “reorganización empresarial” que se mencionaba en los avisos colocados en las puertas de las sucursales de la empresa Camvirey S.A., propietaria de los 11 locales de Cambio Nelson.

Cambio Nelson tomaba dinero de particulares y empresarios (creando cuentas corrientes), pagando intereses superiores a los de la red bancaria, lo que constituían operaciones “en negro” que, a los presuntos damnificados nos les permitió luego reclamar en ningún ámbito.

Se supo que en otros ámbitos, eran intensas las negociaciones que llevaba adelante el principal de la firma, el dirigente colorado Francisco Sanabria Barrios, hijo del fallecido político y empresario Wilson Sanabria, fundador de Cambio Nelson en diciembre de 1998.

Pero sorpresivamente, el jueves 23 de febrero, Francisco Sanabria Barrios dejó Uruguay. Ese día a las 19.45 horas en vuelo de Aerolíneas Argentinas, voló rumbo a Buenos Aires. A las 21.30 horas, abordó en Ezeiza un vuelo de American Airlines a Miami.

El entonces secretario general del Partido Colorado en Maldonado y suplente del diputado Germán Cardoso, “ordenó algunas cosas” antes de abandonar el país y de que la Justicia pudiera requerir su comparecencia, por al menos una denuncia por libramiento de cheques sin fondos.

Distintas fuentes confirmaron que viajó con destino a Boca Ratón (Miami, Estados Unidos), tras retirar el día anterior una suma que podría rondar los US$ 2,5 millones de una cuenta a su nombre en el Banco República (BROU). Allí reside la familia de su esposa.

Otras fuentes, sostenían que en realidad “plantó” a acreedores y a su propia familia al no encontrar respuestas para el millonario faltante de dinero que se constató luego que el miércoles 22, sorpresivamente las sucursales de Cambio Nelson aparecieran cerradas.

A esa altura ya se hablaba de una gigantesca calesita de al menos 15 a 20 millones de dólares, en la que resultaron damnificadas decenas de particulares y empresas que tenían cuentas en la firma o depósitos por importantes montos de dinero.

En la Justicia

Mientras en el Juzgado Penal de 10° Turno de Maldonado, a cargo del doctor Marcelo Souto se presentaban varias denuncias, otra gran cantidad de damnificados elaboraban estrategias para intentar reclamar algo del dinero que ya no tenían “depositado” en Cambio Nelson.

Se trataba de innumerables operaciones “en negro” que escaparon durante años a todos los controles financieros del Estado, y cuyos titulares serían no solo pequeños “ahorristas”, sino también grandes empresarios del medio local pero también extranjeros.

En medio, se sucedieron diversos allanamientos, tanto en propiedades de la familia Sanabria como en distintos locales de Cambio Nelson de los que se retiró voluminosa cantidad de documentación e información archivada en computadoras.

Pero el telón comenzaría levantarse a partir del anuncio de Francisco Sanabria de que retornaría al país. Lo hizo a través de un mensaje de audio en el que aseguraba que durante el último año hizo todos los esfuerzos por solucionar problemas que heredó y que no fueron generados por él.

“Nos hemos enterado por amigos lo que los medios dicen, reflejo obviamente de una realidad”, reconocía Francisco Sanabria Barrios en el inicio del mensaje, aunque remarcaba luego que hay otra parte de la realidad “que debemos explicarla, y debemos dejar que nos pregunten”.

"A veces por cosas de la vida heredamos cuestiones que hacen que uno esté en lo que significa las formas, la documentación para ser claro. Pero a veces también quien está en la forma no es quien realmente hace las cosas”, decía más adelante en el audio que envió desde el exterior.

“Puedo asegurar con pesar y con una angustia tremenda que nada de esto fue ni ideado ni planeado, sino que se intentó salvar algo que heredamos y que venía muy mal", por lo cual, luego de varios días de ausencia se sentía preparado para retornar a Uruguay y responder.

Advirtió, en tono apesadumbrado, que “no han quedado ni quedarán bienes de nuestra familia que no estén a disposición de quienes deben de estar para cumplir lo que hay que hacer", asegurando que "quedamos endeudados en millones y millones de dólares intentando hacer lo que hay que hacer".

Sin mencionarlo, aludió a que cuando falleció su padre, Wilson Sanabria, “asumimos responsabilidades en los documentos que podíamos haber perfecto, evadir, pero hicimos el mayor esfuerzo por más de un año para cumplir, para cumplir y para cumplir, y se le cumplió a mucha gente”, dijo.

Con el paso de los días, comenzaron a difundirse cifras de dinero encontrado en distintas actuaciones. Una versión indicaba que, cuando Francisco Sanabria fue llevado al aeropuerto internacional de Carrasco, le entregó a un “amigo” que lo llevó, un bolso que estaría cargado de dinero.

En algunos medios se hablaba de “un sobre”, aunque se trataría de un bolso con una cifra muy importante en dólares que Sanabria le habría entregado a quien lo trasladó. Esa persona, al retornar a Maldonado y ver el contenido del bolso y la magnitud que había adquirido el asunto, lo entregó.

Según fuentes de MaldonadoNoticias, el dinero -que sería una cifra en dólares muy superior a la que se mencionaba- fue contabilizado en el ámbito judicial y luego depositado bajo custodia en una dependencia policial. Se sumaba a otras varias incautaciones, entre vehículos y documentos.

La llegada

Finalmente en las primeras horas del viernes 31 de marzo de 2017, Francisco Sanabria arribó a Uruguay. A esa altura estaba requerido a nivel nacional por el Juzgado Penal de 10° Turno de Maldonado, para responder por distintas imputaciones. Hacía 36 días que había huido del país.

Apenas realizó los trámites migratorios, fue abordado por personal de Interpol que le explicó su situación legal y le informó de su requisitoria. Desde allí, en carácter de detenido fue trasladado a Maldonado donde fue recibido en medio de un inusitado operativo de seguridad.

En las últimas horas del sábado 1° de abril, el Juez Penal de 10° dispuso el procesamiento con prisión de Francisco Sanabria Barrios y otras dos personas, en tanto una cuarta resultó procesada sin prisión. El caso no fue cerrado y siguió su curso en un Juzgado de Crimen Organizado.

El magistrado accedió al pedido Fiscal y procesó con prisión al titular de Camvirey S.A., por la presunta comisión de reiterados delitos de libramiento de cheques sin fondos, con un delito continuado de apropiación indebida, ambos en carácter de autor. Además, por un delito continuado de falsificación ideológica por un particular, en calidad de coautor.

Nelson Calvette, gerente de Camvirey S.A., también fue enviado a la cárcel por la presunta comisión de un delito continuado de apropiación indebida, en calidad de coautor. La contadora Soledad Ubilla, fue a prisión por un delito continuado de apropiación indebida, en calidad de coautora, con un delito continuado de falsificación ideológica por un particular.

La también contadora Beatriz Silva fue procesada sin prisión por la presunta comisión de un delito continuado de falsificación ideológica por un particular en calidad de autora. El Fiscal Morosoli, también había solicitado el procesamiento del contador Humberto Capote por la presunta comisión de un delito continuado de apropiación indebida, en calidad de coautor.

Sin embargo, el Juez Marcelo Souto dispuso su libertad, pero en carácter de emplazado y con cierre de fronteras e incautación de su Pasaporte. En este caso el magistrado dijo que le faltaron algunos elementos que no tendría tiempo de diligenciar dentro del plazo constitucional de 48 horas para mantener detenido al sospechoso.

Un año después, solo Francisco Sanabria y la contadora Ubilla siguen en prisión, ya que Capote fue llamativamente liberado de toda responsabilidad, y Calvette cumple prisión domiciliaria por razones humanitarias, ya que presentaba serios problemas de salud.

A nivel de Crimen Organizado no ha habido avances, como tampoco en Maldonado; varias personas señaladas como posibles testaferros de Sanabria nunca fueron llamadas a declarar. En tanto, a nivel de los juzgados de Concursos muy poco se pudo recuperar.

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