El otro día llega Juan al café, emocionado, exuberante, no podía hablar, se le notaba una alegría y felicidad pocas veces vista; ¿qué te paso?. ¿Te ganaste el cinco de oro?. Recibiste un telegrama de España donde sos el heredero de 2.000 hectáreas ?... NOOOO dice Juan, estoy PRESUPUESTADO, me han confirmado, estoy como empleado en planilla, no mas contrato, no más incertidumbre…
Quien lee esto fuera de Uruguay pensará que logró finalmente su seguridad laboral en la empresa que lo había contratado originalmente y tiene más seguridad de continuación en su puesto de trabajo; pero el tema es que Juan trabaja para el Municipio de Montevideo, o para el Ministerio de Economía, o para el Banco de Previsión Social o para algún otro de los cientos de empleadores municipales y estatales que tenemos en nuestro país.
Entonces la vida sonríe, prácticamente no me pueden despedir, tengo seguro de vida, pero en vida!!. Juan puede ser eficiente y productivo, puede crear valor en donde trabaja, no estoy desmereciendo el concepto de empleado del Estado. Si estoy diciendo que en nuestro país, la gente quiere estar empleada en el sector público, menos horas de trabajo, todos los beneficios sociales, poca o ninguna supervisión, cultura de vamo´ a ver que pasa… cultura de tranqui… ya lo pasamos al otro sector, yo no tengo idea… Cultura de no me importa, no me hago responsable…
Lo “Privado” es visto por las grandes mayorías como algo no muy bueno, me pueden despedir, me van a exigir cumplir objetivos, voy a estar supervisado, mmmm voy a tener que trabajar más… Me parece que me voy al sector público…
Lo “Privado” es casi mala palabra en Uruguay, donde el Estado es el mayor empleador. Donde para un puesto que ofrece el Estado, se presentan cientos de aspirantes.
Que pena… Que cultura de poco esfuerzo, de no tener una visión de mediano plazo, de producir y trabajar para toda la sociedad, a través sí de un Estado eficiente pero también del gran motor de la economía, que es el sector privado, que puedan ofrecer mano de obra y salarios dignos en un contexto proactivo y en coordinación con las políticas de Estado, que no estén prácticamente pagando impuestos y salarios para sobrevivir, que se abra el país al exterior y podamos competir con distintos mercados de exportación, que se premie el trabajo y esfuerzo del sector privado, que no siga estigmatizando la palabra “privado”.
Cuando uno entra en generalidades, se cometen injusticias, algún empleado municipal o estatal que está leyendo estas líneas puede sentirse ofendido y no tenido en cuenta, porque esta persona sí es eficiente y productivo, y me alegro mucho por esto, pero son la minoría…
Debo ser eficiente y productivo en cualquier tarea, privada o pública, debo tener los controles jerárquicos que me puedan valorar y corregir o sancionar por mi trabajo, debo ser parte de la cadena de creación de valor, para esto tienen que estar los recursos financieros y materiales necesarios, las estructuras, la visión, la cultura de trabajo…
La Intendencia de Montevideo… Sectores que si han mejorado y dado oportunidades a la gente para que su trámite se agilice, el tema informático, y estoy seguro varias aéreas mas, pero y el tema de recolección de basura, la iluminación de la ciudad, entre otras aéreas que requieren urgente transformación. Pero la consigna es “Municipalizar todos los servicios”, no a la asociación con privados…
*) Daniel Pelenur, Contador Público. Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires.
Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Finanzas y Organización.