*) Fabián Manise
Hola amigos no es novedad que el frío, acompañado de vientos y heladas, hacen que la época se vuelva poco propicia para realizar tareas en espacios destinados a florales. Pese a ello y comprendiendo que priman más los hábitos adquiridos por motivos que cada uno valora a su medida, no hay entonces otra alternativa que hacerle frente al clima.
Abrigados y tomando las precauciones sanitarias para prevenir el Covid-19 voy a recordar algunas tareas primarias que se pueden poner en práctica en el jardín. A fin de aprovechar al máximo los días con sol que se presenten, es oportuno limpiar las plantas trepadoras de hoja perenne para conseguir que la luz alcance al interior de su follaje.
También el momento es propicio para trasplantar aquellos ejemplares que están en macetas poco adecuadas para el volumen que han alcanzado y colocarlas en un recipiente más grande. En los canteros; azada o escardillo en mano, es hora de entrecavar la tierra para airearla y dar mayor calor a su interior y oxígeno a lo que se vaya a plantar.
Si bien cuando pensamos que flores podemos cultivar en esta época, lo primero que se nos viene a la mente son violas o pensamientos y caléndulas, está bien; pero de ellas ya hemos dado cuenta en anteriores notas. Hay otras especies quizás menos comunes como por ejemplo: la Cineraria, tiene una flor perenne de un color muy intenso, ideal para decorar y sobresalir entre los macizos de ejemplares en el jardín.
Esta planta pertenece a la familia de las Asteraceae y crece a una altura cercana a los 60 cmts. Debe plantarse en un lugar con sombra parcial y regarla con regularidad. El suelo debe ser rico en componentes orgánicos y es conveniente fertilizarlo antes de plantar, y contar con buen drenaje.
Otra de las especies de la presente estación es el Ciclamen; pertenece a la familia de las Primulaceae. Es muy comercializada por su esplendor decorativo y le proporciona al jardín un aspecto distinguido. Sus hojas de un verde intenso y las flores de un vivo color rojo o rosado contribuyen a ello. Puede ser utilizada en el exterior o en el interior de la casa, aunque en este último caso hay que vigilar que no pase calor ya que sino amarillean sus hojas y caen. Para cultivar la flor es necesario tener un suelo rico en materia orgánica siendo necesario el riego frecuente. Es propicio tenerla en un ambiente húmedo y con mucha luz.
En el mismo rubro se encuentra el Carraspique o Iberis; ejemplar que sobrevive a temperaturas muy bajas y se desarrolla bien hasta en las épocas más frías del año. A principios de la primavera los tallos y las hojas comienzan a reproducirse de forma muy rápida y puede alcanzar hasta 40 cm de altura. Tiene hojas largas y estrechas, sus flores son de color blanco, morado, rojo, rosa y violeta. Debe plantarse al aire libre con buena exposición al sol. El suelo para su cultivo deberá estar muy bien drenado, fertilizado y los riegos deben ser regulares, así la flor crecerá de forma sana.
Otra de las plantas a tener en cuenta son las comúnmente llamadas Margaritas (Bellis perennis) también de la familia de las Asteráceas, es una herbácea florífera perenne que necesita ser ubicada en un lugar bien soleado la mayor parte del día. El suelo debe ser rico, bien drenado y enriquecido con un buen aporte previo de materia orgánica.
También se puede recurrir a una planta que si bien se conoce poco, existe en los viveros y se la conoce por Heléboro (Helleborus) o rosa de Navidad. Pertenece a un género botánico que contiene más de 20 especies perennes y de hoja caduca. Se cultivan por su valor ornamental y también por dar una excelente flor de corte de larga duración. El hábito de poder florecer durante el invierno ya es suficiente motivo para ser un tipo de planta muy alabada y querida. Además, a esto se le suma la gran resistencia y capacidad adaptativa para muchos lugares y la belleza de los múltiples colores de los diferentes híbridos del género.
Si queremos disfrutar del Heléboro en el jardín, hay que saber que requieren de ciertos cuidados para mantenerse saludables a pesar de su gran resistencia. Lo primero y más importante, es alejar a los niños y animales de ellos, ya que si se ingieren sus flores pueden llegar a provocar intoxicaciones. Los lugares donde el clima es más frío es frecuente ver cómo los Heléboros continúan brotando.
Uno de los cuidados que se debe tener, es la ubicación en una zona con exposición a la sombra. El sol directo no es un buen aliado dado que puede dañar las flores. En cuanto a la humedad del ambiente debe ser bastante alta y un clima no cálido. De esta forma podrá mantenerse siempre fresco y con un buen aspecto para darle valor ornamental al jardín.
Lo aconsejable para el suelo, es que esté compuesto por tierra de jardín con 1/3 de turba y buen aporte de estiércol. Esto hará aumentar la cantidad de materia orgánica presente y podrá obtener los nutrientes necesarios para crecer bien. Si se ha elegido plantarlo en maceta y necesita un trasplante, lo mejor es hacerlo o bien en otoño sino a finales de invierno, garantizando ello que su supervivencia sea buena y no se dañe por las bajas temperaturas y el frío invernal.
Necesita ser abonado con estiércol al menos una vez al año y cada 15 días con un fertilizante mineral. Esto le ayudará a estimular la floración que al fin y al cabo, es lo que se quiere de esta planta. Se puede multiplicar a finales del invierno mediante la técnica de división de matas o a partir de semillas.
Amigos abrimos un paréntesis hasta la próxima entrega, no obstante, si tienen consultas, no duden en hacerlas llegar a través del Correo Electrónico: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. que con gusto responderé.
*) Técnico en Jardinería y en Horticultura. Extensa trayectoria periodística en medios de comunicación de Uruguay (CX 16 Radio Carve y Nuevo Tiempo; diarios MundoColor, El País y Lea; VTV Noticias.