Además de la incorporación de dos nuevos helicópteros Augusta Bell a la flota de la Aviación Naval, se anunció el retorno al servicio de otras dos aeronaves, un B200 que no funcionaba desde hace cinco años, y un T34 de instrucción, que no estaban en condiciones de volar en forma simultánea con otro similar, desde hace quince años.

 

El comandante de la Aviación Naval, Nicolás Sanguinetti, indicó en el marco del 96 aniversario de la unidad de la Armada Nacional, que “estamos más que satisfechos con el desempeño de nuestra institución, que incluso en época de pandemia, no se detuvo jamás, ni sus tareas de mantenimiento ni sus operaciones ni su instrucción”.

Agregó que además lograron el arribo de 3 helicópteros: el primero hace un año, posteriormente en septiembre el primer AB412, y finalmente hace algunas semanas la segunda unidad de este tipo que, apenas arriben al país algunos componentes, se incorporará a la flota aeronaval.

Sanguinetti también destacó la recuperación de varias aeronaves que “estuvieron fuera de servicio por muchos años, y que gracias al empeño y desempeño de nuestro personal de mantenimiento, hemos conseguido retornar al servicio” reincorporándolas a la flota.

Consideró que la Aviación Naval “es importante para el país, porque el dominio del mar requiere vectores que puedan operar continuamente sobre él. Es importante para la Armada y para el armónico desarrollo de su flota, la cual sin el vector aeronaval está limitada en su capacidad de operar”.

Agregó que, “la misión, las tareas existen, están allí frente a nosotros, en esos 200.000 kilómetros cuadrados de plataforma continental, zona económica exclusiva y mar territorial que tenemos que cuidar, vigilar y defender y en ese 70% del total de las fronteras internacionales del país, que también requiere nuestra presencia”.

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