*) Mauro Mendiburu Benedetto

Las últimas noticias del ámbito internacional parecen más que alentadoras para el frente externo de la economía uruguaya.

Nuestro primer demandante internacional, China informó que en el segundo semestre de 2017, su PIB ha crecido 6.9%. Dicho guarismo es similar al de los dos anteriores, y marca una estabilidad que da por tierra a los malos pronósticos de los analistas internacionales.

Asimismo, supera el 6.5% considerado objetivo por el Gobierno Chino, dato no menor de cara al Congreso del Partido Comunista a celebrarse en los próximos meses. Lo más importante, parecería que las medidas implementadas por las autoridades chinas para empujar su economía luego de la debacle de 2008, sumado a los intentos de evitar un fuerte desplome por la consecuente burbuja inmobiliaria, han dado un muy buen resultado.

Todo indica que China ha modificado finalmente su perfil productivo, y su economía goza de relativa buena salud. Buenas noticias para un socio comercial, como lo es Uruguay.

En la región, Brasil se estabiliza en medio de los escándalos políticos, y Argentina deja de caer, de la mano de la obra pública y la intervención estatal en el rubro hipotecario. Si bien los números de ambos países son más que decepcionantes, aún son mejores que los que mostraban hace 12 meses. En ambos casos, en el corto plazo, lo peor ya pasó.

En cuanto a los productos uruguayos de exportación, el índice de alimentos de FAO se ubica en 175, similar a los valores de 2014. Dicho índice cayó ininterrumpidamente desde dicho año, hasta tocar un piso en enero de 2016 en 149.

A partir de allí, ha mostrado una mejora constante, y se mantiene a medio camino entre el fondo y la cima. Entre los productos comprendidos en el mismo encontramos a los lácteos, la carne y los cereales.

El Índice FAO de lácteos se encuentra en 210, un valor que no se conocía desde el comienzo del declive en 2014. Si bien no se acercan a los records de 2010-2011, parecen dirigirse hacia ellos de la mano de una demanda firme. El informe de Nueva Zelanda de la semana pasada, muestra una mejora sustancial en los precios de manteca, y algo menor en la leche en polvo y quesos, algo que confirma la tendencia de semanas anteriores. Parecería que lo peor de los precios de este rubro ha quedado atrás, y será asunto de controlar los costos (en lo posible) para mantener menor o mayor rentabilidad.

En el frente de la carne y derivados, el Índice FAO reporta una mejora de precios que alcanza los valores de fines de 2014. Para nuestro país, los problemas de la competencia brasileña, hace probable que al menos en el corto plazo, no haya muchas noticias negativas en este rubro, que en el primer semestre volvió a empujar al alza al nivel de exportaciones uruguayas para alcanzar los Usd 953 millones.

Finalmente, el clima vuelve a sonreír a Uruguay. Las sequías en USA, y las altas temperaturas en Europa, redujeron las expectativas de oferta internacional de los cereales. El trigo ha aumentado su precio a Usd 4.96 por bushel volviendo a valores de 2015, y la soja se estabiliza a valores tolerables fruto de los bajos rendimientos en USA y la estabilidad de la oferta internacional de la mano de Brasil y Argentina.}

Si bien en todos los casos nos encontramos lejos de los máximos históricos, parecería que lo peor de la tormenta ya ha pasado.

Todo ello asegura crecimiento económico para Uruguay y la región en los próximos 12 meses. Esperemos se mantengan las tendencias, y nos encontremos frente al tan esperado despegue económico.

*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.

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