*) Ec. Pablo Broder

Estamos infectados de eleccionitis. Prácticamente la vida argentina ha desplazado de su foco todo aquello que no tenga que ver con las elecciones. Noticias de importancia, como el litio o Vaca Muerta, pasaron no a un segundo plano sino a un recóndito lugar, imposible casi de ser percibido. Mientras tanto, el mundo se sigue moviendo a su ritmo. Al propio de los países normales.

También con sus problemas, pero no enfermo de eleccionitis, ni de desesperanza. Como por ejemplo, Uruguay, que celebrará las elecciones próximas el mismo día que la Argentina, y sin embargo no se le ha detenido la vida normal. El acto electoral les resulta un bienvenido avatar en su vida democrática. No constituye un todo o nada. No supone un hito fundacional. En cambio… el actual escenario argentino ofrece un panorama que no por inesperado (en el país pueden ocurrir las situaciones más sorprendentes), atraen la atención no sólo en el orden interno, sino más allá de sus fronteras.

Aseguran que se emitió más deuda en la era Mauricio Macri que en el menemismo. El expresidente uruguayo José Mujica, refiriéndose a las elecciones presidenciales que tendrán lugar en octubre en la Argentina, aseguró sobre los candidatos: "Más que a (Alberto) Fernández tienen que elegir a Mandrake porque se precisa un mago, no un político", agregando acerca del presidente Mauricio Macri y su nivel de aprobación en Uruguay: "Al principio acá lo defendían a capa y espada, y ahora nadie es macrista” (1).

Esta mutación en la imagen presidencial, no difiere demasiado de lo ocurrido en la Argentina, donde si bien su sector retiene aun una parte importante del electorado, la opinión sobre su gestión ha variado sensiblemente en los últimos tiempos, en un dramático escenario económico y social. El presidente Macri, para frenar el vertiginoso drenaje de reservas del Banco Central, tuvo que admitir oficialmente la imposibilidad de renovar vencimientos de letras del Tesoro hasta fin de año en el mercado local, nuevo escenario de controles y "reperfilamiento" de deudas, nunca imaginado por la Casa Rosada, y que habría de extenderse bastante más allá del 10 de diciembre próximo con cualquier resultado electoral.

Por lo pronto el Gobierno logró un respiro: el dólar frenó su escalada, y a su vez los bonos y acciones pudieron recortar las enormes pérdidas iniciales, posteriores al anuncio presidencial. A tal punto que el debate pasó a ser por qué los controles cambiarios no se aplicaron antes. Máxime después de sufrir una enorme devaluación del peso y mantener exorbitantes tasas de interés para tratar de disciplinar al dólar.

Lo que ya está fuera de discusión es que eran inevitables. La economía venía golpeada antes de las PASO y quedó al borde del colapso con la crisis de confianza gatillada, por la imprevista amplitud del triunfo de Alberto Fernández, y las zigzagueantes reacciones posteriores del oficialismo y la oposición K.

Las cifras son elocuentes en su dramatismo: sólo entre el 9 de agosto y el 3 de septiembre, el dólar mayorista creció 23,7% (de $45,25 a $56); las reservas del BCRA cayeron US$14.100 millones; los depósitos privados en dólares, US$4750 millones, el Merval en dólares perdió 57%, la tasa de Leliq subió 20 puntos (de 63,7 a 83,7% anual); y el riesgo soberano argentino, de 872 pasó a 2523 puntos básicos (2).

La crisis adquiría así características agobiantes. Es en este contexto, donde se puede observar el relativismo respecto a los efectos que una noticia puede generar según las circunstancias, un evento que podría haber constituido una motorizadora información hasta no hace mucho tiempo, carece en la actualidad, de valoración significativa.

Algunos ejemplos:

Se abre el mercado chino para la harina de soja, una noticia clave para el sector agrícola: la Argentina es el mayor exportador de harina de soja y ahora se le ha abierto uno de los mercados más grandes del mundo.

El nuevo acuerdo con la República China permitirá vender este producto y podría sumar a las exportaciones alrededor de US$1600 millones. China no importa harina de soja -compra el grano para procesarlo, por supuesto, utilizando su industria y su mano de obra- y la Argentina será el primer país en vendérselo.

La explosión energética desde hace 15 meses la Argentina dejó de importar petróleo y es autosuficiente. La producción no convencional de gas aumentó 34% interanual en julio y la de petróleo, un 53%. Desde el año pasado el Gobierno comenzó a autorizar las exportaciones de gas con los envíos a Chile, Brasil y Uruguay.

El sector energético fue uno de los que más creció en los últimos tiempos, ya que se hizo de esta industria una prioridad. Esta información, que en otro momento hubiera obtenido una repercusión significativa, pasó casi desapercibida. Además, como otra muestra del relativismo, el candidato presidencial Alberto Fernández en tono de campaña señaló (increíblemente) que "no tiene sentido tener petróleo si para extraerlo hay que dejar que las multinacionales vengan y se lo lleven!!!" (2).

Se desaceleró la caída en el consumo. La canasta básica de consumo cerró agosto con una fuerte desaceleración en la caída de las ventas que venía sufriendo en los supermercados. Si bien el guarismo continúa siendo negativo, el dato alentador es que se trata de la menor baja en seis meses. A su vez los productos de primerísima necesidad, como aceites, yerbas, harinas y pastas secas mostraron en agosto un alza del 3,4 por ciento en sus ventas (en parte explicada por la decisión oficial de eximir del IVA a esta categoría de productos). (2).

Reflexión

Apertura del mercado chino a un producto estratégico en el portafolio exportador, explosión en el desarrollo energético, desaceleración en la caída del consumo, algunas de las noticias que en otro momento hubieran constituido una inyección positiva en la realidad nacional, se muestran lamentablemente subsumidas por el alicaído espíritu que impregna a la Argentina, y porque otra realidad ocupa la primera plana de los periódicos, como por ejemplo la siguiente: El accionar piquetero.

Los clientes de varios paseos comerciales (Patio Bullrich, Alto Palermo, Recoleta Urban Mall y Galerías Pacífico) se vieron sorprendidos cuando militantes de movimientos sociales irrumpieron con pancartas y megáfonos, proclamando sus exigencias. (3) Por su parte, constituyen un espectáculo casi diario las movilizaciones populares de grupos organizados y una nueva modalidad de “acampe” en la vía pública, impidiendo el paso del transporte tanto privado como público.

El “vamos por todo” en una de las habituales actividades electorales, teñidas bajo la presentación de su libro, la candidata a vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner postuló que en "la Argentina que viene" haya un "nuevo orden", que se puede interpretar como la intención de modificar la Constitución Nacional, ya propuesta reiteradamente por seguidores de su espacio político. (4)

Manifestaciones sumamente preocupantes, atento a la tradición kirchnerista del “vamos por todo”.

(1) 9-9-19; (2) 7-9-19; (3) 11-9-19; (4) 10-9-19, Referencias del diario La Nación de Buenos Aires.

 

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el

Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

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