Bolivia y Venezuela han propuesto recientemente el control de las empresas multinacionales, lo que si bien no es nuevo, el problema es saber quien le pone el cascabel al gato. Es como querer controlar las actividades del Pentágono o del Mossad por parte de otra nación, porque en el caso de estas instituciones, ni siquiera el Presidente de USA o el Primer Ministro israelí acceden a todos los secretos del poder detrás de bambalinas.

Las grandes potencias se mueven en este mundo según lo indiquen las elites escondidas detrás de las cortinas (porque no les conviene que se vean).

Incluso en Brasil el mandamas (al "mas" la Academia de la lengua española le ha quitado recientemente el acento) sigue siendo "Itamaratí", que es donde los estrategas de alto nivel deciden lo que se ha de hacer y lo que no debe hacerse.

Las empresas multinacionales han obtenido un empuje económico-financiero luego del fin de la 2ª Guerra, pues desde que el Fondo Monetario y el Banco Mundial comenzaron a operar a diestra y siniestra -tantas veces siniestramente en los países del Tercer Mundo- como parte del plan globalizador de Estados Unidos-Inglaterra-Francia, lo que se impuso por parte del terceto dominante fue la privatización y la desregulación de las economías de los subdesarrollados para que sus empresas pudieran ingresar a estas naciones bajo el manto de las "fronteras ideológicas", que fue la excusa para pasar por encima de la soberanía de los pueblos, hoy en etapa terminal porque cuando esas empresas deciden el ingreso a una nación pobre, no hay nada que lo pueda impedir.

Salvo cuando en el 2005 en Mar del Plata, Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Uruguay dijimos no al ALCA, que pretendía ser el brazo económico de USA a través de sus empresas para quedarse con nuestras inmensas riquezas, que pese a ello aún continúan en manos ajenas: Exxo, Chevrón, British Petroleum, Shell, Mercedes Benz, Ford, Fiat, Renault, VW, Cargill, Monsanto y todos los etcéteras.

Las multinacionales actualmente responden a los intereses estratégicos de los gobiernos de origen; aportan tecnología casi obsoleta, traen sus propios equipos humanos muy bien pagos, en vez de contratar mano de obra calificada de los países donde se instalan, y se llevan todo el capital posible bajo el caro principio de "la mayor ganancia con el menor costo", finalmente, se apropian de las pequeñas empresas de esas naciones muchas veces con el mismo nombre pero con directorio extranjero para impedir toda competencia.

De esa manera, llegan al ideal, que es el monopolio para fijar los precios de los productos que crean. Es decir, puro daño para las economías de las naciones que las reciben.

Por otra parte, esas empresas no se hallan sujetas a ningún control, pues sus directores no son electos por el pueblo sino por ellos mismos, y sus decisiones son secretas. No tienen entonces vínculo alguno con el sistema democrático que dicen defender. Es como la frase aquella de que "para lograr la paz, debemos ir a la guerra".

Por ende, se hace más que imperioso el control de las empresas multinacionales para velar por las naciones subdesarrolladas, que carecen de fuerza económica, y ello lleva irremediablemente al control de nuestras economías por los pulpos del sistema.

*) Doctorado en la Universidad de la República en 1968. Ingresó al Instituto de Profesores Artigas en 1962 en Historia y Filosofía por Concurso de Oposición. Inicio como Docente en Historia en Enseñanza Secundaria en Montevideo de 1963 a 1974, año en que se radica en Punta del Este, donde dicta Historia en el Liceo de Punta del Este e Institutos privados. Mantiene actividad periodística desde 1982 a la fecha en Radios de Maldonado y Punta del Este, complementando desde el año 2000 en FM Aspen y en el programa "Frecuencia Abierta" de Maldonado que dirige el periodista Jorge Méndez. Exposiciones permanentes sobre la temática Geopolítica en Rotary Club y Club de Leones de Punta del Este y Maldonado, y Casa de la Cultura de la Intendencia Departamental de Maldonado. Invitado por las Bibliotecas "Sarmiento" y "Campano" de la ciudad de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires, para exponer sobre "Guerra de las Malvinas" y "Empresas Multinacionales" en los años 1982 y 1983. Participación en 12º Congreso de Ciencia Política en Río de Janeiro en agosto de 1982. Expositor en el 2º Simposio Nacional de Geopolítica en la Universidad de Cuyo (Mendoza, República Argentina. Expositor en otros diversos eventos en distintos puntos de Uruguay.
Publica en 1982 "La Guerra de las Malvinas" (Edit. Monteverde, Montevideo); "Iberoamérica: Angustia del Futuro", 2001 Edit. Torre del Vigía; 2003 "La Guerra que se viene"; 2011 "Geopolítica de la Guerra", Edit. Torre del Vigía. Múltiples publicaciones en Revista Naval de Montevideo; Revista Geosur" de Montevideo y "Disenso" de Buenos Aires sobre la temática de Geopolítica

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