Familiares, amigos, el ex presidente de la República Julio María Sanguinetti y las máximas autoridades departamentales, dirigentes políticos y vecinos, despidieron este viernes a mediodía los restos mortales de Benito Stern, fallecido el jueves a los 80 años de edad.

Las últimas horas de velatorio se cumplieron con altos honores en el hall del edificio de la Intendencia de Maldonado, donde él supo ocupar el máximo cargo apenas Uruguay retornó a la democracia, tras haber sido democráticamente electo en 1984.

Familiares, amigos, dirigentes políticos y vecinos se hicieron presentes para despedir al dirigente político del Partido Colorado, Benito Stern (1937- 2018). El intendente Enrique Antía, el ex presidente Julio María Sanguinetti, el diputado Germán Cardoso, y Jorge Schusman fueron los oradores.

El jefe comunal, quien además le entregó el Pabellón Nacional a la viuda de Stern, recordó que se hizo amigo de él “en el andar”, y destacó que a través de su capacidad de diálogo y el pensamiento positivo “fuimos construyendo una relación”.

Antía admitió que era un hombre  que permanentemente “estaba aportando ideas para Maldonado, porque siempre apostó al futuro y ese es un gran mensaje que nos deja”, que fue un orgullo conocerlo, y que “se expresaba en todas las esquinas, era amigo de todo el mundo”.

El ex presidente de la República, Julio María Sanguinetti, destacó que Benito Stern vivió cada día como si fuera el último, corriendo detrás de cualquier pedido que le aparecía con justicia. “Eso era lo que lo movía a nivel político y social”, enfatizó.

Ambos "pertenecimos a la misma generación y soñábamos con la reconquista institucional del país”, habiendo integrado el grupo de políticos que marcó el comienzo de un nuevo tiempo para Uruguay, el 15 de febrero del año 1985.

“Fue un gran intendente de la gente y un hombre de principios que a lo largo de los años nunca claudicó; un hombre de combate cuando transcurría la dictadura, tenía vocación, esfuerzo y pasión, además de trascender las fronteras partidarias”, agregó Sanguinetti.

Por último, Sanguinetti dijo que Benito Stern fue un caudillo sin querer serlo, fraterno, de sonrisa permanente y siempre dispuesto a mirar la vida con optimismo y alegría. “Luchó por los principios con generosidad, altura y honradez”, concluyó.

El dirigente del Partido Colorado, Jorge Schumann, uno de los fieles seguidores de Stern hasta sus últimos días, así como el diputado Germán Cardoso, acompañaron la despedida y evocaron distintas etapas de su vida y compartieron algunas anécdotas.

“Mostraba una resistencia pacífica y ahí aprendí a admirar a un hombre de ideales, de principios democráticos, y de mucha valentía”, expresó Jorge Schumann, agregando que “le gustaba hacer el bien y sobre todo apoyar a la gente más necesitada”.

En tanto, Germán Cardoso, lo definió como un hombre cálido, con un carisma excepcional y una extrema sensibilidad que pensaba que había que adecuar la ciudad y los servicios porque preveía que Maldonado iba a tener un crecimiento explosivo.

A nivel social el legislador colorado sostuvo que “tenía una visión y un concepto del barrio como un núcleo de desarrollo de la cultura, del deporte y de la sociedad”, y que fue allí donde puso “la semilla de la creación de los centros comunales”, por ejemplo.

Poco antes del mediodía, los restos de Benito Stern fueron trasladados al Cementerio Israelíta de La Paz, donde recibieron sepultura. Antes del velatorio en el edificio comunal de éste viernes el jueves recibió tributo en una sala del Espacio Cultural Gorlero.

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