El chalet del último crimen de un hombre que para sus conocidos, se transformó en una auténtica bestia.El hombre más buscado en Uruguay durante los últimos días, confesó ante la Policía haber sido autor de los tres homicidios que le imputaban. Mató en abril a Alejandro Von Graevenitz en su establecimiento de campo, y éste domingo a su hermana Claudia en Punta del Este; a comienzos de la pasada semana, asesinó a Koni Silva.

P.J.G.C., de 33 años de edad, ya reconoció ante la Policía, haber ultimado a golpes en el cráneo al productor de arándanos del kilómetro 106 de la Ruta Interbalnearia, y a puñaladas a su hermana el domingo último; en medio, la pasada semana mató a golpes en la cabeza a Koni Silva .

El hombre más buscado por la Policía en las últimas horas, conocía perfectamente todos los movimientos de los hermanos Von Graevenitz, porque si bien no trabajó en el cultivo de arándanos, estuvo muchas veces allí y conocía cada rincón del lugar a la perfección.

Durante el verano pasado, fue el responsable del hostel que funcionó en alta temporada en el amplio chalet “Los Picaflores” del barrio Lido de Punta del Este, que en este momento se encuentra desocupado y no brinda los servicios de alojamiento mencionados.

Ese establecimiento fue una iniciativa de Alejandro Von Graevenitz que armó una sociedad con su hermana Claudia. Fue Alejandro quien recomendó a P.G. para hacerse cargo del lugar. En invierno, estaba encargado de “darse una vuelta” y encender las luces.

Por ahora no se han revelado los motivos de fondo que llevaron a este individuo -que quienes lo conocen dice que “cambió mucho” desde que comenzó a consumir marihuana y pasta base-, a matar a sus patrones, pero ambos homicidios están directamente vinculados.

Koni por otra cosa

El homicidio de la joven Koni Silva, que desató la intensa búsqueda en todo el país, pero principalmente en Maldonado, tuvo motivaciones diferentes y totalmente ajenas al los de los hermanos Von Graevenitz, según pudo saber MaldonadoNoticias hace pocos minutos.

En este caso, P.G. había acordado pagarle una importante suma de dinero en dólares a la joven, para pasar con ella una semana en una cabaña que él se encargó de alquilar por Internet, en la zona de Cerro de Rivero, en el balneario Punta del Diablo.

Cayó

Cuando caía la noche sobre Punta del Este y la Policía aún trabajaba en el chalet “Los Picaflores”, en la calle Cuentos de la Selva casi avenida París, tras el hallazgo de la mujer asesinada a puñaladas y un corte en el cuello, se conoció la noticia de que P.J.G.C. había sido detenido a pocos kilómetros.

El triple homicida se había guarecido en la casa de sus padres en Ocean Park. Había llegado caminando porque la camioneta de la mujer asesinada, una Nissan de color blanco en la que se fue del chalet “Los Picaflores” el domingo a la tarde, la dejó abandonada en Chihuahua.

Los padres del asesino, estarían amenazados en caso de dar aviso a la Policía de que se encontraba allí, porque no había resuelto la forma de alejarse del departamento donde más lo estaban buscando. Pero alguien de la propia familia supo que estaba allí y lo denunció.

Cuando caía la noche y existía la casi certeza de que él había matado a Claudia Von Graevenitz, una nutrida comisión de efectivos policiales de Investigaciones, tanto de Maldonado como de Rocha, rodearon la manzana y golpearon a la puerta. El múltiple asesino no tuvo otra alternativa que entregarse.

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