Sin elementos probatorios concretos, la jueza del caso, doctora Marcela López, dejó en libertad la madrugada de este viernes a la madrina de la adolescente ultimada y a su pareja, aunque siguen en carácter de indagados. Se están realizando nuevas diligencias y se esperan datos de pericias forenses.

La jueza penal de Rocha que lleva adelante el caso del asesinato de la adolescente argentina Lola Luna Chomnalez (15), dejó en libertad al sospechoso y los demás indagados, aunque están a su disposición en tanto se llevan adelante otras actuaciones.

Hasta la pasada jornada, el principal y único sospechoso de haberle dado muerte a la adolescente, era el pastelero argentino, pareja de la madrina de la chica, aunque había fuertes rumores sobre una eventual participación de un adolescente de 14 años.

A pesar de las insistentes versiones sobre contradicciones de este hombre y la madrina de Lola, no surgieron elementos probatorios contundentes como para generar una imputación, lo que llevó a un incremento de las dudas e interrogantes.

Según todas las fuentes consultadas, ni la justicia ni los investigadores tienen aún elementos claves para avanzar, como el móvil del asesinato, la mochila color rosa de la adolescente e incluso el arma blanca con la que le infringieron varios cortes y puntazos.

Desde la tarde del jueves, Policía Científica ha trabajado intensamente, incluso sometiendo a pruebas de luminol la casa donde se aloja la familia argentina y el automóvil del pastelero; asimismo se ha repasado el supuesto recorrido de Lola entre la casa y el lugar donde apareció su cadáver.

En las últimas horas, también se conoció que los peritajes forenses determinaron que la adolescente murió por asfixia, pero no fue estrangulada, ya que se encontraron rastros de arena en sus pulmones; eso indica que el cuerpo fue arrojado y semi tapado cuando aún estaba con vida.

Asimismo, se consolida la versión de que la chica no fue abusada sexualmente, porque ni siquiera se encontraron señales de que el o los matadores lo hayan intentado, porque el cuerpo fue encontrado perfectamente vestido.

El caso aparece como de extrema complejidad porque ninguno de los indagados o el principal sospechoso han reconocido tener algo que ver con la muerte de Lola, a pesar de que hay tiempos y lugares que no coinciden en las declaraciones.

Por más que también hay dudas respecto al día y la hora que la ultimaron, un testigo sigue sosteniendo que vio a Lola el domingo a la tarde caminando por la playa, entre Barra de Valizas y Aguas Dulces. Otros datos que se analizan son los aportados por quien encontró el cuerpo.

A la espera

A todo esto, la jueza López espera resultados de distintos análisis que se están realizando en Montevideo, en el Instituto Técnico Forense (ITF), donde aún sigue el cuerpo de la menor. Los datos de ADN pueden resultar claves para esclarece el caso.

Asimismo, se analizan muestras de un fluido que se encontró en el short de Lola y otros elementos, ya que también se encontró un golpe en su cráneo, que no se ha informado con qué elemento puede haber sido provocado. Por ahora todo indica que murió donde se encontró el cuerpo.

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