El grupo de trabajo del Programa de Arqueología Subacuática y Centro de Investigaciones del Patrimonio Costero, decidió trasladar un cañón extraído hace 12 años en la costa de Piriápolis, al laboratorio del CURE-Maldonado para evaluar su deterioro a aplicarle técnicas de conservación.

El grupo de trabajo del Programa de Arqueología Subacuática y Centro de Investigaciones del Patrimonio Costero (PAS-CIPAC), trasladó al laboratorio de conservación del Centro Universitario Regional del Este (CURE-Maldonado), el cañón de hierro extraído en 2005 del sitio arqueológico subacuático “Vértigo”, en la Punta Burros, Piriápolis.

El objetivo de este traslado es evaluar su deterioro y aplicar estrategias de conservación curativa (electrolisis) que este tipo de piezas requieren regularmente. El cañón fue extraído como elemento diagnóstico del pecio (resto de una nave que ha naufragado), por ser el de mayor relevancia.

Si bien las observaciones in situ de esta pieza de artillería han aportado datos muy valiosos, la capa de concreciones que lo cubría no permitía apreciar posibles detalles impresos en su superficie, o marcas producidas durante el proceso de construcción y uso. Debido a las condiciones en que se encontraba fue sometido a tratamientos de estabilización y conservación.

A partir de la electrolisis se le retiraron las concreciones que lo cubrían y se lo trató durante un año hasta su estabilización y exhibición en un espacio cedido por el Argentino Hotel de Piriápolis, junto a la reconstrucción a escala con datos históricos de la cureña que lo sostiene.

La pieza, identificada como V04/10, resultó ser un cañón de hierro fundido, de interior liso y de pequeño calibre, de los denominados pedreros; tiene 1.540 m.m. de largo, y 83 m.m. de boca, correspondiendo a un calibre “de a 4”. Su confección era rustica, sin cuidados en su terminación y no presentaba ninguna inscripción.

Las investigaciones realizadas en el sitio arqueológico y la investigación histórico documental se aproximan a tres embarcaciones que naufragaron en esa zona de la costa: la fragata inglesa Duke de Clarens (1805), el velero de tres palos francés Le Consolateur (1808) y el bergantín inglés Caledon (1809).

De estas embarcaciones Le Consolateur es en la que más coincidencias se han registrado, aunque hasta ahora los resultados no han sido concluyentes. Finalizada esta nueva etapa de conservación y estabilización, el cañón regresará junto a su cureña a Piriápolis para ser exhibidos al público nuevamente.

 

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