El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) subsidiará por 12 meses hasta 25% de los costos de energía eléctrica de empresas que tienen consumo superior a 2,5% del valor de su producción, siempre que hayan aumentado hasta un 50% el consumo de energía y la producción. La medida busca incentivar la competitividad del sector.

En esta oportunidad, el beneficio se otorgará de manera mensual a través de la factura de UTE y se calculará comparando el consumo de energía eléctrica del mes corriente con el del mismo mes del año base, ajustado por los ahorros energéticos derivados de medidas de eficiencia energética.

Podrán acceder las empresas con un gasto anual de energía eléctrica que represente un valor mayor o igual al 2,5 % del valor bruto de producción anual. Este indicador se redujo a la mitad con respecto a la edición anterior del programa, como forma de aumentar la cantidad de industrias beneficiadas.

“El promedio de energía en los costos es del 3%, es bajo, pero existe un grupo de industrias, como la electroquímica, plásticos y metalúrgica, en el que es mayor. Apuntamos a fortalecer su competitividad con la reducción de costos”, señaló el asesor de la Dirección Nacional de Energía, Rúben García.

La bonificación se realizará sobre el total de costos, lo cual permite que algunas industrias puedan incrementar el uso energético “a un costo prácticamente nulo, lo que abre la posibilidad de conseguir nuevos mercados, volverse más competitivos en otros sectores y así aumentar la producción”.

El plazo máximo de usufructo del beneficio será de 12 meses, que podrá ser prorrogado si se cumple con las condiciones que establezca el MIEM. Además, la cartera brindará asesoramiento a las empresas que no cuenten con el informe de auditoría energética requerido para la renovación del beneficio.

En el caso de las micro y pequeñas empresas, se subsidiará la casi totalidad del costo del diagnóstico energético. Las medianas y grandes podrán postular a la línea de asistencia para eficiencia energética que reembolsa las dos terceras partes del costo total de diagnósticos o auditorías energéticas.

“Es una iniciativa bastante innovadora, que mezcla la estructura energética de las industrias con la posibilidad de generar mayor producción. Incorporamos nuevas de otros sectores para evaluar la medida y su impacto”, concluyó Rúben García al explicar los alcances del beneficio.

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